Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de mayo de 2025
Traspuso la puerta, cruzó un patio lleno de pilas de lingotes de hierro, y entró en una nave larga y anchurosa, iluminada por ventanales tras cuyos vidrios empañados se adivinaban muros ennegrecidos, montones de carbón, chisporroteo de fraguas, y altas chimeneas que en nubes muy densas lanzaban a borbotones el humo pesado y polvoriento de la hulla.
¿Y qué habrá aquí? ¿qué habrá aquí? decía el cocinero levantando con trabajo pesado el cofre . ¿Dinero? no, no, más bien alhajas.
Al rato el grupo calló, entregado de nuevo a su defensiva cacería de moscas. No vino más dijo Isondú. Había una lagartija bajo el raigón, recordó por primera vez Prince. Una gallina, el pico abierto y las alas caídas y apartadas del cuerpo, cruzó el patio incandescente con su pesado trote de calor. Prince la siguió perezosamente con la vista, y saltó de golpe: ¡Viene otra vez! gritó.
Pero ella no aceptó, por cumplir la promesa hecha á su familia de no cantar en público. Yo la incitaba á aceptar las proposiciones de Vignot para ver si Lea se bastaba á si misma y se aligeraba así el pesado fardo de mis deudas.
Su rico compatriota el vasco, orgulloso de sus prados infinitos y de sus ovejas enormes como mastines, se complacía en decir á algún vagabundo que pasaba junto á su propiedad: Si llegas á cargarte esa oveja, te la regalo. Pero el hombre, después de grandes esfuerzos, no lograba echarse á la espalda el pesado animal. Cuando recibía á algún huésped, lo obsequiaba con un pavo puesto en el asador.
¡De tal modo era intensa la esplendorosa irradiación de la «Pampita»...! Parece que está pesado el camino dijo Lorenzo. Este pedazo está feo le contestó Baldomero, antes sabía haber un pantano aquí; pero don Casiano lo está arreglando.
¿Le parece a vuecencia que sería la ofensa chica si yo desconcertase su plan de hacer de mí una santa y si me transformase?... Vamos, váyase vuecencia a la tertulia de doña Inés y no sea pesado.
El hombre llevaba con desenvoltura un elegante traje de viaje y unos gemelos en bandolera. Ella, muy sencilla, iba empujando uno de esos encantadores cochecitos ingleses, obra maestra de la industria nacional de ese pueblo pesado y prosaico de ordinario, pero de un gusto tan delicado y refinado en todo lo que se refiere a la infancia.
Es el más pesado, el más incómodo: careciendo todavía de barba y de reputación, necesita hacer dobles esfuerzos para llamar la atención pública; privado él de medios, le es forzoso afectarlos.
Estas mismas faltas que señalamos en sus composiciones, se observan también en su estilo pesado, y que se arrastra, al parecer, sin entonación ni fuerzas, aunque se esfuerce vanamente en disfrazar ese defecto de vigor y de fuego propio usando un lenguaje hinchado y lleno de hojarasca.
Palabra del Dia
Otros Mirando