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Actualizado: 3 de junio de 2025


Una tortilla costaba un real; una sardina, cinco céntimos; una ensalada, otros cinco; un plato de legumbres, 15...; un bifteck con patatas, dos reales. Cuando algún parroquiano pedía este plato inusitado, el mozo dudaba antes de servirlo, o murmuraba suspicaz: Este pájaro «está en dinero». Debe de haber cometido alguna estafa...

Recoger una idea vertida por cualquiera en la conversación, examinarla en todos sus aspectos, darle vueltas, tirarla al alto, jugar con ella á la pelota y luego arrojarla á las narices del que la había soltado, tal era el mayor, el único placer de su vida. Porque Martinán comía poco y sólo bebía por complacer á algún parroquiano que se empeñase en ello.

Cada parroquiano pertenece á un grupo inalterable y se sienta infaliblemente todas las noches en el mismo lugar, delante de la misma mesa y haciendo rueda con las mismas fisonomías de la noche anterior. Cada cual llama al mismo mozo, pide la misma cosa, se insinúa de igual manera y permanece el mismo tiempo que en la última sesion.

Pues á Velázquez no le gusta el arroz tan cocido, sino bien enterito decía á alguno de los parroquianos que lo prefería blando. Y después de comunicarle esta nueva interesante, quedaba sorprendida si el parroquiano aún se obstinaba en que se lo cociese más. Nunca acababa, si alguna comadre del barrio venía á beber una copa de aguardiente y la conversación recaía sobre el guapo.

De todos lados de la cámara... digo del café, vino gente a felicitar al gobernador, y el mozo, a quien Juan Pablo debía el consumo de cinco meses, y algunos picos, se puso más contento que si le hubiera caído la lotería; y hasta el amo del establecimiento fue a dar un apretón de manos a su parroquiano, diciéndole si podía colocar en las oficinas de la provincia a un sobrinito suyo que tenía muy buena letra.

Esa es la ley del Pájaro Verde, aulló otro. ¡Cómo se entiende, tía Rojana! ¿Parroquiano nuevo y vasos vacíos? Un momento, mis buenos señores, un momento. Si no he preguntado lo que queréis es porque ya lo , y escanciando estoy la cerveza para los leñadores, aguamiel para el músico, sidra para el herrero y vino para todos los demás. Llegaos aquí, buen hidalgo, dijo á Roger, y sed muy bienvenido.

Débese sacar á la criatura de ese centro funesto, quitársela al hombre, darla á la Naturaleza, hacerle aspirar la vida envuelta por el hálito del mar. El niño enfermo sanaría; desarrollaríase el expósito. Robustecido, ágil, más de uno y más de dos se dedicarían á la Marina; y en vez de un débil obrero, de un parroquiano del hospital, tendría el Estado un robusto y atrevido marino.

¡Pillo, asesino! exclamó Pablito lanzándose sobre Cosme, que estaba bien sujeto por atrás y tan pálido como un muerto. En un instante el gallardo mancebo, que aun sudaba copiosamente, les enteró de lo que había pasado. El pobre Cosme fué arrojado de la tienda a puntapiés por el patrón, que no quería perder el mejor parroquiano de la villa.

Bueno, ¿y qué? ¿Acaso los tiene usted que mantener? Lo que yo digo: es gana de entrometerse. Esto último se lo decía a un parroquiano que mostraba una receta. Alcánceme el alcanfor, el nitro dulce, el polvo de regaliz...».

Demasiado sabían todos el camino de la casa, y las metódicas y honradas costumbres de esta, la fijeza de los precios, los descuentos que se hacían por pronto pago, los plazos que se daban, y todo lo demás concerniente a la buena inteligencia entre vendedor y parroquiano.

Palabra del Dia

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