Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de junio de 2025
Ahora soy hombre formal, y voy a comprar mulas para venderlas a la Artillería; hombre de negocios, hombre que se puede poner delante del rey, sí, señor; porque es un hombre que paga la contribución, un hombre de orden, de ley, que no gusta de oír hablar del roío pueblo ni de la roía revolución; un hombre, en fin, más honrado que Dios, más caritativo que la roía Biblia».
Dos que había buenos, del uno se servía el Visorrey y del otro tomaba quien podía. Con toda esta carestía, no se dió paga entera á los soldados desde que partimos de Mesina hasta que se perdió el fuerte, sino dos escudos en tres veces que les dieron socorro, y así murieron muy muchos por no tener dineros con que gobernarse.
En una de las travesías del boulevard de Beaumarchais, se ve un gran rótulo, donde se promete un menjuge para hacer salir el pelo á todo el mundo, con el bien entendido de que no se recibe paga alguna, hasta despues de haber obtenido el resultado. El objeto es que acuda gente; lo demás queda reservado á otro menjuge que sólo ellos conocen.
Por esto, pues, se desorientan los curiosos, y sus amores de V. siguen secretos; pero Lucía lo paga. Confiese V. que es mucha generosidad. Yo... Sr. D. Fadrique... No se disculpe V. No hablo de ello para que V. se disculpe, sino para narrar los sucesos como son en sí.
Y hay que tener en cuenta lo que paga el pueblo español a la Iglesia voluntariamente, aparte de lo que le da el Estado.
Roger agradeció y satisfizo este buen recibimiento, dando una paga á todos los soldados de la armada; y porque Tiria quedaba desarmada y sin defensa, determinaron que se enviase alguna gente para su seguridad.
La fundación de la sociedad isabelina servíale de pretexto para entrar en tratos con gente diversa, con cándidos patriotas o políticos ladinos, poniéndose también en relación con militares bullangueros; y así, hablando del bueno del Sr. Rufete, dijo a Salvador: Este infeliz ayacucho es una alhaja que no se paga con dinero.
Su graduación de capitán dejaba pensativos a muchos extranjeros conocedores exactos de todo lo que ocurre en el mundo. «¡Ah, España!... País decaído, que no paga a sus nobles soldados y obliga a los «hidalgos» a exhibir las hijas en las tablas...»
Ofrecióle Ricote a don Gregorio mil escudos, si los quería; pero él no tomó ninguno, sino solos cinco que le prestó don Antonio, prometiendo la paga dellos en la corte. Con esto, se partieron los dos, y don Quijote y Sancho después, como se ha dicho: don Quijote desarmado y de camino, Sancho a pie, por ir el rucio cargado con las armas.
Pero es el caso que estas ropas, que yo sé quién las tiene sin estrenar, ricas y buenas, y que es persona así de vuestras carnes, que os vendrá pintada su ropa, y que si se le paga bien y secretamente, no tendrá reparo, y que á más se halla necesitadillo de dinero... Pues al momento.
Palabra del Dia
Otros Mirando