Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de mayo de 2025
A fines de ese mismo año fue que, teniéndolo ya todo dispuesto para la lucha, escribió a Eduardo H. Gato, el cubano rico del Cayo, una carta, que es un poema de dolor, pidiéndole $5000 y otra a José María Izaguirre, cubano rico de New Orleans, pidiéndole cantidad parecida.
Juan debe partir al día siguiente con su regimiento para las escuelas de artillería; va a vivir como verdadero soldado durante veinte días; diez días de camino para ir y volver, y diez bajo la tienda del campamento de Cercottes, en el bosque de Orleans. El regimiento volverá a Souvigny el 10 de agosto. Juan no está ya tranquilo; Juan ya no es feliz.
Mi conciencia no estaría tranquila si se dejase de acatar semejante voluntad, manifestada por ella, aunque no escrita. No ha de haber dificultad alguna para que se cumpla, puesto que mi marido piensa como yo sobre este particular. Escribo esta mañana a la señorita de Orleans esta triste noticia, rogándola se sirva comunicársela cautelosamente a la señora duquesa, su madre.
Su catedral es uno de los mas grandiosos monumentos de Francia, en el género gótico, y contiene muchos otros edificios notables. Orleans es una de las primeras capitales de segundo órden en Francia, por la importancia de su administracion, su vasta industria y agricultura y sus demas condiciones sociales; pero es acaso, despues de Paris, la mas histórica de las ciudades francesas.
He aquí el retrato de mi madre, tal como está trazado en las primeras páginas de las notas confidenciales de su vida. Alicia de Roys, tal fue el nombre de mi madre, hija de M. Roys, director general de la hacienda del señor duque de Orleans.
Resistiose obstinadamente, y me dijo que todo lo más que podía hacer por el duque de Orleans, era no pronunciar su nombre, mientras que se honraba nombrando a los reyes Luis XVIII y Carlos X, a quienes había tenido el honor de servir en el ejército y en la diplomacia, y que él había heredado de su padre el cariño a estos príncipes desgraciados, y para sus enemigos, la repugnancia y el desprecio.
La agarré en Nueva Orleáns el año 59 nos dijo el señor Tomás, como quien se refiere a una epidemia. ¡Pásenme las chuletas! Tal vez este temperamento práctico fue el que lo sostuvo en su indagación aparentemente infructuosa. No tenía en su poder indicio alguno del paradero de su fugitivo hijo, ni mucho menos pruebas de su existencia.
Mina Craven, atrevida de maneras como un muchacho, ganosa de desafiar la curiosidad de las gentes con sus audacias y excentricidades, fué una americana de las que pueden llamarse «de exportación». El viajero observador atraviesa los Estados Unidos, de Nueva York á San Francisco y de Chicago á Nueva Orleáns, viendo mujeres que son iguales á las de todas partes: buenas madres, buenas esposas, ó excelentes muchachas que aspiran á ser lo uno y lo otro.
Sentados indolentemente sobre los largos divanes de aquella casa indulgente, artistas llenas de belleza y de gracia, y hombres temibles llenos de voluntad, hablaban de política ó charlaban de amor: allí se conocieron el actor Volange y el duque de Orleans; allí nació la amistad de Bonaparte, desconocido aún, y de Talma; por allí pasaron también las cabezas poderosas que poco después, y una tras otra, habían de acrecentar la fama siniestra de Guillotín: Camilo Desmoulins, San Jorge, Barrás, Dantón, Marat, Robespierre...
El joven editor de El Alud, de Fiddletown, sostenía reservadamente que era un hoyuelo disimulado y al coronel Roberto le recordaba las tentadoras pecas de los tiempos de la reina Ana, y más especialmente a una de las más hermosas y malditas mujeres, sí, ¡malditas sean! en que jamás se hayan podido fijar ojos humanos. Era una criolla de Nueva Orleáns.
Palabra del Dia
Otros Mirando