United States or Curaçao ? Vote for the TOP Country of the Week !


Desconcertada un instante bajo el golpe de tal desencanto, la baronesa recobró pronto su sangre fría y con agrio tono repuso a su sobrino: Después de todo, yo no veo en eso más que niñerías... baladronadas de muchacha que juega a la señora... apostaría que a pesar de eso no dejará de ser con el tiempo una honrada y amable esposa. ¡Es posible! pero no quiero exponerme a la prueba objetó Pedro.

Por estas y otras niñerías estuvo preso; aunque, según a me han dicho después, salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron docientos cardenales, sino que a ninguno llamaban señoría. Las damas diz que salían por verle a las ventanas, que siempre pareció bien mi padre, a pie y a caballo. No lo digo por vanagloria, que bien saben todos cuán ajeno soy de ella.

Tampoco era un perro cominero que llevase la cesta al mercado y la bolsa de los cuartos y viniese muy tranquilo para casa con la carne y el pan sin tocar de ellos. Había formado opinión muy severa sobre todas estas niñerías que no tienen inconveniente en ejecutar los perros sietemesinos. Si alguien le hubiera propuesto una cosa parecida, es seguro que lo hubiera rechazado enérgicamente.

Después, en Nièvres y en París había renovado la misma insinuación sin que Julia ni yo mostráramos la menor idea de darle acogida. Un día, delante de su padre que sonreía dulcemente observando aquellas ingeniosas niñerías tomó el brazo de su hermana, lo enlazó al mío y luego nos contempló con expresión de verdadera alegría.

Por esta muestra de dolor se les paga muy bien, con cuentas de vidrios, cascaveles de bronce, y otras niñerias que tienen grande estimacion entre ellos. Los caballos del difunto se matan inmediatamente, para ir á caballo á Alhuemapu, ó pais de los difuntos, reservándose solo unos pocos para adornar la pompa funeral, y transportar sus reliquias á sus propias sepulturas.

Tenían todos los conocimientos que hoy poseemos y muchos más que se han ofuscado por medio de fábulas y de otras niñerías.

La hermosa dama ya no gustaba de embromar a su juvenil amante. No se acordaba siquiera de aquellas gozosas y pueriles escenas en que se deleitaban, ora haciendo ella de reina que recibe en corte a sus ministros, ya jugando besos a los naipes o en otras mil niñerías que la tornaban a la adolescencia. Ahora apenas sabía hablar de otra cosa más que de su pleito.

Huelgo de contar a V.M. estas niñerías para mostrar cuánta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos cuánto vicio. Pues tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas, V.M. sepa que desde que Dios crió el mundo, ninguno formó más astuto ni sagaz.

Cuando caminaban hacia casa, Peña le dijo con ruda franqueza: Los padrinos de Villar querían que se cortasen las puntas a los sables; pero yo me opuse. «No, no, dije, conozco bien a don Rosendo, y es hombre que aborrece las niñerías. No se puede jugar con él. Cuando se mete en un lance de éstos, es menester que vaya todo muy serio.

En cualquier caso ésas son niñerías o quisquillas que si fueras otro no te las perdonaría. Pero estás malo y te compadezco. No le vi más durante dos o tres días. Tuvo la severidad de tratarme con rigor. Se informó de por mi criado y supe que se preocupaba de mi estado y me vigilaba sin aparentarlo. Cada día de inacción me agotaba más y más me desmoralizaba.