Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 25 de mayo de 2025


D. Fernando VII, integridad de estos sus dominios y completa obediencia al supremo gobierno nacional que lo represente durante su cautividad: pues que, como V. E. sabe bien, es la monarquía una indivisible, y por lo tanto debe obrarse con arreglo á nuestras leyes, y en su caso, con conocimiento ó acuerdo de todas las partes que la constituyen, aun en la hipotesis arbitraria de que la España se hubiese perdido enteramente, y faltase en ella el gobierno supremo representativo de nuestro legítimo Soberano.

I, a instancias del milagroso San Raimundo de Peñafort: así podemos decir que habiendo tenido en España su oriente llegó en ella a lograr de lleno el mediodía de su autoridad, y su gloria, desde que a ruegos de los Serenísimos Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel, El Sumo Pontífice Sixto IV el año 1483, unió en una cabeza suprema toda la autoridad, que estaba repartida en los Inquisidores particulares de estos Reinos: Formando de todos una como monarquía espiritual de la Fe, en un tribunal tan supremo, que es solo inferior al que de todo el Orbe Cristiano es soberana cabeza.

Hagamos notar también, con este propósito, que de ese examen se desprende la verdad, de que la monarquía por los extremos, con que se celebra, había llegado á una altura en la opinión, no igual á la observada en períodos precedentes.

Los alemanes no nos han hecho ni bien ni mal; de los italianos no tenemos agravios que vengar y los queremos bien, salvo algunas damas elegantes y devotas y cierto número de católicos muy fervorosos, que desean que se lleve el diablo aquella monarquía para que recobre el Padre Santo su poder temporal, y con Austria estuvimos unidos por lazos dinásticos en la mejor época de nuestra historia, hemos vuelto á estarlo en el día, y aun yo creo posible y conveniente que se aumenten estos lazos.

Asegurada ya la tranquilidad, trató de reconstituir la unidad de la monarquía, rota á pedazos por esa larga serie de revoluciones que habian removido este agitado suelo. Llamó á los valíes de las provincias para que fueran á jurarle obediencia según las prácticas del reino: escribió á todos sus funcionarios para que no retardasen un solo instante el cumplimiento de sus leyes.

Acordábase de lo que había leído años antes en los documentos del archivo de Simancas, cuando tomaba notas para una obra de encargo. La monarquía andaba escasa de dinero en aquellos tiempos, y sus servidores, dando por inútiles las peticiones monetarias, solicitaban como premio concesiones y cargos.

El pabellón de Castilla flameaba en el Callao, y preciso es confesar que la obstinación de Rodil en defender este último baluarte de la monarquía rayó en heroica temeridad. El historiador Torrente, que llama a Rodil el nuevo Leónidas, dice que hizo demasiado por su gloria de soldado.

La segunda parte es solamente de hombres sacerdotes, ó legos, los cuales aunque viven en el siglo, y bien de ordinario con el favor de estos padres obtienen pensiones, abadías, dignidades y otras rentas, tienen hecho voto de recibir el hábito de la Compañía, siempre que el general se lo mandare; por esto se llaman Jesuitas in voto; de los cuales se valen grandemente estos padres para la fábrica de su monarquía, porque los tienen en todos los reinos i provincias, y por todas las córtes de los principes y grandes, para que los sirvan en el modo que se dirá en el séptimo punto.

Sólo bajo la monarquía de merengue que se va derritiendo y consumiendo al calor de la revolución podía ser representable el drama que anunciaban los carteles del coliseo marinedino, Valencianos con honra.

En el interior creció el poder de la monarquía á costa de los grandes, y en el exterior se abrió al deseo de dominación y al celo religioso una senda, que no habían podido pisar ni recorrer los dos estados, los cuales, al contrario, se estorbaron antes uno á otro con su rivalidad política.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando