United States or Monaco ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mientras tanto acomete al Infante negra melancolía, desesperado del mal éxito de sus ulteriores tentativas amorosas con Dorotea.

Y piénsese ahora en la gracia que me haría recordar, mientras la miraba, que una noche, esos mismos ojos ahora frívolos me habían dicho, a ocho dedos de los míos: ¿Y cuando esté sana... me querrás todavía? ¡A qué buscar luces, fuegos fatuos de una felicidad muerta, sellada a fuego en el cofrecillo hormigueante de una fiebre cerebral!

Al final, el capitán consejero levantó su copa por Francia. «¡Hoc!», gritó como si mandase una evolución á sus soldados de la reserva. Por tres veces dió el grito, y toda la masa germánica, puesta de pie, contestó con un «¡Hocsemejante á un rugido, mientras la música, instalada en el antecomedor, rompía á tocar la Marsellesa. Desnoyers se conmovió.

Rio Isidro, mientras el otro se alejaba como ofendido por el saludo. El amigo Sherlock Holmes está enfadado.

Doce días después Nébel debía volver al ingenio, y antes quiso cumplir su promesa. Fué allá un miserable departamento de arrabal. La señora de Arrizabalaga lo recibió, mientras Lidia se arreglaba un poco. ¡Conque once años! observó de nuevo la madre. ¡Cómo pasa el tiempo! ¡Y usted que podría tener una infinidad de hijos con Lidia! Seguramente sonrió Nébel, mirando a su rededor.

Antes de que hubiese llegado a la puerta, sus labios murmuraron alegremente: ¡Elena, Elena, hija mía, mi querida niña! ¡Me quedo, me quedo! ¡No me separaré de ti mientras viva! La señorita de Bruinsteen estaba sentada delante de una mesa y copiaba pasajes de un libro.

La cuadrilla, siguiendo la disciplina torera, aguantaba silenciosa esta charla en un extremo de la habitación. Mientras el maestro no diese su permiso, los «chicos» no podían ir a desnudarse y a comer.

A un pontevedrés, en efecto, le es mucho más difícil caer en gracia que a un sevillano. Desde luego, como no se le ocurra nada más que decir: «¡Vamos, hombre!» «¡Maldita sea!» y «¡Mire usted que es grande!», el pontevedrés irá a un fracaso absoluto. El pontevedrés no tiene gracia de nacimiento. Las gentes le exigen una gracia de concepto, mientras que al andaluz le basta con el acento.

La creciente inmigración china en Filipinas, está siendo en la actualidad objeto de grandes controversias, pues mientras hay pesimistas que creen que todos los males que se desarrollan en aquellas islas son de origen chínico, hay otros optimistas que sostienen que todas las cargas y obligaciones de aquel tesoro, las levanta el espíritu mercantil del hijo del Celeste Imperio; y puesto que estamos frente á este problema, vamos á decir algo por nuestra cuenta.

La condesa no quiso confiar a nadie el encargo de arreglarlo todo y de colocar los cartuchos del oro en el cajón de los alfileres. A las diez, la canastilla salió en dirección al palacio Sanglié, mientras que el conde se dirigía a casa de la señora Chermidy. Germana y la duquesa examinaron con fría curiosidad aquellos tesoros.