United States or São Tomé and Príncipe ? Vote for the TOP Country of the Week !


Hoy, un japonés es un señor civilizado vestido a la europea; un polinesio va como turista a la Meca, en un magnífico paquebot de quince mil toneladas. La musa del progreso es la rapidez: lo que no es rápido está condenado a morir. Todo ello es mejor, ¿quién lo duda?

Aixa continuó: «Marcháronse de madrugada los mensajeros hacia los vergeles de Meca y de Medina, y me han dejado en rehenes. Marcharon sobre los camellos. El kebir los conduce cantando y con ésos va mi corazón para la tierra amorosa del Hechaz. Mi corazón pertenece a la caravana. Seguirá la polvareda de los camellos

Ya me quiere echar... ¿ve usted...? dijo Moreno mirando a Barbarita y esforzándose en sonreír para ocultar su turbación . Y luego quieren que no viaje. No, no le conviene andar siempre de ceca en meca, como un viajante de comercio que va enseñando muestras.

¡Ten compasión, Pablo, de él y de ! exclamó la señora, mira, no iré a casa de Esteven, si no quieres; buscaremos por otro lado, volveré a casa de misia Petronila, correré la ceca y la meca... mismo, ¿por qué no sales y ensayas? ¡Hay que evitar, a todo trance, que Esteven vea el pagaré, a todo trance, Pablo!... No vendré a casa, sino cuando ya no pueda más; aunque sea de noche, no te alarmes... Y voy a pedirte una cosa: no digas nada a Quilito, que la ocasión no es de recriminaciones.

Luego vuelven a bautizalles a su manera, con nombres moros que llevan en secreto hasta la muerte. No comen jamás de res alguna que no haya sido degollada por manos infieles, dirigiendo la cabeza del animal hacia el Oriente, hacia la Meca, hacia el alquibla, como ellos mesmos se expresan.

El viejo navío, como un corcel espantado, se negaba a obedecer; el viento y el mar, que corrían con impetuosa furia de Sur a Norte, lo arrastraban, sin que la ciencia náutica pudiese nada para impedirlo. No tardamos en rebasar de la bahía. A nuestra derecha quedó bien pronto Rota, Punta Candor, Punta de Meca, Regla y Chipiona.

Iba al despacho del poderoso Morte, a aquella Meca de la fortuna, y sentía una inmensa extrañeza al ver que la gente no mostraba la menor impresión, que el cielo estaba azul, que todo se hallaba como siempre y no surgía la más leve señal exterior para hacer saber al mundo que el gran genio se había equivocado por primera vez aconsejando la baja. La derrota fue completa.

Diré tan sólo, para abreviar y concluir, que el progreso no es la civilización; la «civilización» está formada de progreso y cultura; el progreso es la meca rica de la civilización; la cultura, su esencia.

Emancipados ya de la silla de Oriente los que aqui vivian, sentian mas que nunca la necesidad de recordar los templos y lugares en que estaban vinculados los recuerdos de Mahoma; suspiraban por no poder visitar Zahara, Meca, Medina, todos esos pueblos en que empezó á constituirse su nacionalidad y su independencia; no deseaban mas que ver reproducida de algun modo en Occidente la memoria de los hechos consignados alli en el pavimento de sus mezquitas, en las piedras de sus muros y en las praderas de sus fecundos valles.

Cristo mismo, para dar testimonio de la misión divina que a Alburquerque había confiado, le mostró en el cielo una gran cruz luminosa, hacia el lado de Arabia, convidándole y excitándole a conquistar a Aden, a ir luego a la Meca a incendiar y destruir el templo de la Caaba, y a dirigirse por último a Jerusalem para libertar el Santo Sepulcro.