Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de mayo de 2025


Gran número de médicos de diversas escuelas han contribuido á enriquecer la materia médica con preciosas observaciones sobre las propiedades de este medicamento, y todas concuerdan con las esperimentaciones fisiológicas de Stapf, de Moor, etc..... Unas y otras se corroboran mútuamente al establecer las relaciones especiales de este medicamento con el sistema nervioso ganglionar, y al reconocerle propiedades análogas á las del antimonio crudo, si bien mas intensas.

En el paroxismo del dolor, se negó á ver hasta á los que querían permanecer fieles y facilitó así el abandono. Á su lado no hubiera yo sido tan débil; su deseo de resistir á la mala fortuna me hubiera dado energía. Nos hubiéramos animado mutuamente. Pero su pena altanera juzgó en definitiva á los que no se declararon abiertamente en favor de su hermano.

Se habla de todo alegremente: los bruseleses hacen sus comentos locales; los viajeros se narran mutuamente sus aventuras y excursiones recientes; los artistas, los políticos y los literatos departen sobre los ramos que cultivan; las mujeres conversan sobre modas, flores y otras bagatelas agradables; la música completa la seduccion del interesante espectáculo; y el viajero se aleja luego de Brusélas llevando las mas gratas impresiones de esa capital hospitalaria, elegante, animada, liberal y progresista.

Las ovejas se agrupaban protegiéndose mutuamente de la calcinación solar de los sesos, que cada una ponía bajo el vientre de la vecina, hasta ofrecer, en compacto conjunto, el aspecto de grandes quillangos puestos a secar.

Y en esta sensación había á la vez verdad y error: hija y madre se sentían ahora mutuamente extrañas, pero por culpa de Ester, no de Perla.

Como si el agotamiento que causaba el hambre no hubiera bastado a colmar la medida de tanta miseria, aquellos desgraciados no abrían la boca sino para acusarse y amenazarse mutuamente. ¡No me toquéis! gritaba Hexe-Baizel con voz desgarradora a los que la miraban ; ¡no me miréis, porque os muerdo!

Las dos muchachas soltaron sus cabellos, largos y ondeantes como banderas; sacudiéronlos, haciendo caer sobre el mármol las horquillas como una lluvia metálica, y después, cual buenas hermanas, ayudáronse mutuamente en la difícil tarea del peinado de un día de ceremonia.

Su vida era un tejido incesante de conferencias, excursiones a este o al otro pueblo, tratos y cartas que escribir y que leer. Pepe Güeto se hizo el ayudante y el secretario de D. Acisclo, y también escribía, viajaba y conferenciaba. Doña Luz y doña Manolita se hacían compañía mutuamente, abandonadas por D. Acisclo y Pepe Güeto.

Salió éste á cumplimentarle, acompañado de cuarenta de los suyos, y hospedóle en la casa más acomodada del pueblo, y empezando desde luego á tratar del negocio de la paz, supo darse tan buena maña el P. Arce, que redujo á los dos caciques á que se prometiesen mútuamente la paz y renovasen entre su antigua amistad; y fuera de eso concluyó, se hiciesen también las amistades entre los parientes de los muertos y los matadores, que fué lo más difícil de alcanzar.

Los pueblos no reclamaron de Buenos Aires el puerto con las armas, sino con la barbarie, que le mandaron en Facundo y Rosas. Pero Buenos Aires se quedó con la barbarie y el puerto, que sólo a Rosas ha servido y no a las provincias. De manera que Buenos Aires y las provincias se han hecho el mal mutuamente, sin reportar ninguna ventaja.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando