Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Estos días han sido de prueba para la bondad del Señor. ¡Lo que habrán ofendido su santo nombre en las fiestas de máscaras! ¡Los pecados con que habrán puesto a prueba su bondad infinita!... Ahora es el buen momento: el del cansancio y el desengaño.
Ella, ayudada de dos o tres señoras de alto linaje, igualmente amantes del prójimo, había logrado celebrar más de veinte funciones dramáticas, otros tantos bailes de máscaras, seis corridas de toros y dos de gallos, todo en beneficio de los pobres.
Con este fin estuve muchas veces en la gran sala de descanso, y atravesé otras tantas los pasillos y las avenidas del anfiteatro y palcos principales. Entre algunos ornatos de un efecto bien comprendido ¡cuántas composturas exageradas y ridículas! ¡Cuántos disfraces! ¡Cuántas máscaras!
El viejo pensaba que Blanca no podía tardar: se oían las voces y las algazaras de las últimas máscaras que se retiraban, y una orquesta lejana, tal vez la del club, tocaba las últimas galopas. Todos aquellos detalles aumentaban la cruel situación del anciano afligido, casi inmóvil, presa de una fiebre terrible.
Pero no pensaba entonces Martínez de la Rosa en romper las cadenas del clasicismo, sino que, al contrario, en el año de 1822 expuso en su Poética este sistema en su forma más rigorosa, y en la comedia La niña en casa y la madre en las máscaras, escrita hacia esta fecha, se sometió por completo á las limitaciones introducidas por Moratín.
Te conozco me dijo; no temas: vienes a observar el Carnaval en un baile de máscaras, ¡Necio! ven conmigo; do quiera hallarás máscaras, do quiera Carnaval, sin esperar al segundo mes del año. Arrebatome entonces insensible y rápidamente, no sé si sobre algún dragón alado, o vara mágica, o cualquier otro bagaje de esta especie.
El pueblo ya no tiene confianza en los que un tiempo eran sus protectores, hoy sus explotadores y verdugos. Las máscaras han caído.
Gillespie se imaginó verla, á través de unos gemelos puestos del revés, vestida con un traje de doctor estrafalario y magnífico para asistir á un baile de máscaras. Las dos tenían la misma majestad dura y áspera, un perfil idéntico de ave de presa, igual volumen y una solemnidad orgullosa en las palabras y los gestos.
El pobre Arturo me inspiraba lástima, y más de una vez temí que enloqueciera. La escena del baile de máscaras le había impresionado profundamente... Había momentos en que, al acordarse de aquella Judit que había vuelto a encontrar sin verla, que se le había aparecido sin descubrirle sus facciones, se creía víctima de una alucinación.
Las máscaras os poned. CELIO. ¿Llamaremos? D. TELL. Sí. Llaman, y sale ELVIRA al paño. CRIADO. Ya abrieron. ELVIRA. Entra, Sancho de mi vida. CELIO. ¿Elvira? ELVIRA. Sí. CRIADO. ¡Buen encuentro! Llévanla. ELVIRA. ¿No eres tú, Sancho? ¡Ay de mí! ¡Padre! ¡Señor! ¡Nuño! ¡Cielos! ¡Que me roban, que me llevan! D. TELL. Caminad ya. Dentro. NU
Palabra del Dia
Otros Mirando