Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de junio de 2025
Un majestuoso edificio de nueva planta, que podemos muy bien llamar palacio, de formas elegantes, de sencilla, pero gallarda apariencia, de solidez y extension, se levanta al lado del mar en el lindo sitio de Bota-fogo, y sirve para hospital de dementes.
10 Entonces él se levantó, y se fue a Sarepta. 11 Y yendo ella para traérselo, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
-Y aun te sobra -dijo don Quijote-; y cuando no lo fueras, no hacía nada al caso, porque, siendo yo el rey, bien te puedo dar nobleza, sin que la compres ni me sirvas con nada. Porque, en haciéndote conde, cátate ahí caballero, y digan lo que dijeren; que a buena fe que te han de llamar señoría, mal que les pese.
¡Cuántas veces están jurando adhesión a sus patrones y ya tienen oculto dentro de un mueble al amigo que va a dar el golpe! ¡Y luego son los más empeñosos en llamar a la policía y darle cuenta del hecho, suministran datos y noticias, sospechan que al ladrón lo han visto rondando la casa y que es de este porte y del otro!
Su placer era gastar, lucir, llamar la atención, parecía un advenedizo, un rico hecho de pronto. Era incapaz de ternura y delicadeza hasta en los instantes de mayor intimidad ¿Concibe usted amor, aunque sea parodia de amor, sin expansión y confianza? ¡Pues, eso! Yo nunca me he hecho ilusiones.
Tanto valdría llamar ojos de la tierra a las grietas que produce un volcán. Es el primer instrumento adherido siempre a los demás instrumentos. El hombre-líquido fluye, corre, varía de posición; vuela a ocupar el vacío, tiene ya mayor grado de calórico; serpentea de continuo encima del hombre-sólido, y le moja, le gasta, le corroe, le arrastra, le vuelca, le ahoga.
A los pocos segundos salió de nuevo y vino a decirme que el colegio estaba próximo a la iglesia. En esa casa que hase rincón, ¿sabe uté? Le di las gracias y me dirigí hacia allá a paso lento. Por si acaso la mujer me estaba mirando, entré en el portal, aunque sin ánimo alguno de llamar a la puerta. Era un edificio viejo sin fachada regular.
Con sus borceguíes lustrosos, una chaqueta vieja del amo arreglada chapuceramente, la cabeza siempre descubierta, con pelos agudos como clavos y las orejas llenas de sabañones en todo tiempo, era Melchorico el aprendiz más gallardo de cuantos asomaban la cabeza a las puertas para llamar a los compradores reacios.
Estando ya para partirse Berenguer, el Emperador le envió á llamar muchas veces, sin que pudiese creer que Berenguer le dejaria.
¿Por qué llorar y calentarse la cabeza con tantas suposiciones sin fundamento?... Lo que usted debe hacer, hija mía, es llamar á ese Tòni que es el segundo del buque. El debe saberlo todo... Tal vez le diga la verdad. Recibió Esteban el encargo de buscarle al día siguiente, y pudo darse cuenta de la inquietud que experimentó Tòni al saber que doña Cinta quería hablarle.
Palabra del Dia
Otros Mirando