Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de julio de 2025


Era un personaje rico, notable e influyente en la política de su patria. Bien podía afirmarse que dominaba fuera de su casa y que dentro de ella estaba dominado. Trece años hacía que había contraído matrimonio con una noble Lady, bella, muy aristocrática y tan dotada de virtudes como de soberbia.

Already the leading lady had made her last entry, decked in the richest costume of her wardrobe; her lover, absorbed by the noble bearing of that woman who, although a humble servant, knew, nevertheless, the pompous farthingale as if in all her life she had not worn any other style of skirt; blind with passion and trampling on the respect due his lineage, had approached her and, beside himself, seizing her hand, had offered her his.

En su triste situación sintió por él vivo reconocimiento, y acaso Lady Clara, como siempre, poética y sensible, atribuyó a profundas emociones y a la conciencia satisfecha de una buena acción, el ahuecamiento del pecho del chino que en realidad era debido a la presencia del pañuelo y del tapete debajo de su vestimenta.

La sombría Groenlandia se engalana con tales recuerdos, que el desierto deja de serlo cuando se leen esculpidos en él esos nombres, mudo testimonio de la fraternidad universal. Lady Franklin ha demostrado una fe admirable. Nunca llegó á imaginarse viuda; incesantemente solicitó el equipo de nuevas expediciones.

El público del sexo de Lady Clara, y una fracción del sexo opuesto, formado, sin embargo, por personas de poco carácter, adoptaba la opinión de tal periódico. Pero los más no deducían del acto consecuencias morales; les bastaba saber que la raptora había sacudido de sus primorosas zapatillas el encarnado polvo de Fiddletown; lamentaban más bien su pérdida que el crimen cometido.

Por eso bastaba un simple obstáculo á sus deseos, un desengaño amoroso, algo que sólo puede perturbar la vida de un adolescente, para que se considerase desgraciado... ¡Ah, si tuviera un ideal superior! ¡Si pensara menos en él y más en los hombres! Se estrecharon los manos junto á la verja. ¡Adiós, lady! dijo el príncipe inclinándose. De estar don Marcos presente, hubiese reconocido esta voz.

Es usted muy bueno y desinteresado balbuceó la señora mientras proseguían su marcha. ¡Es tan agradable encontrar un hombre de corazón, una persona con quien poder simpatizar en una sociedad tan endurecida e insensible como la que nos ha tocado en suerte!... Y Lady Clara bajó los ojos, pero no antes de que hubiese producido el efecto ordinario sobre su acompañante.

Ciertamente, en verdad dijo el coronel, mirando inquieto de soslayo por encima de sus dos hombros: , realmente. No notando, pues, a nadie que los viera ni escuchase, procedió en seguida a informar a Lady Clara de que la mayor pena de su vida había sido cabalmente el poseer un alma demasiado grande.

Si Byron cruzara hoy las calles con el traje estrecho de brin, polainas y anteojos verdes, con que nos lo pinta Lady Blessingthon, que lo vio en Venecia, no sería mayor nuestro desencanto que el de nuestra compatriota, que no tuvo más recurso que dar un adiós a Edda, desvanecida... en la forma de una palmada en la mejilla de Pombo... Pombo es feo, atrozmente feo.

Otro tren avanzó en dirección inversa, un tren interminable, que iba saliendo de las profundidades del Océano. Hurras, silbidos, blusas negras, cuellos azules, gorritos que parecían de papel. «¡Buenas tardes, príncipeUna sonrisa luminosa de virgen anémica: lady Lewis con sus dos ciegos, hermosos y trágicos... Su pistola bajaba.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando