Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de junio de 2025
Y en la confluencia de las dos corrientes emergía la isla, una pequeña extensión de terreno casi al ras del agua, pero fresca, verde y perfumada como un ramillete acuático, con espesos haces de juncos sobre los cuales zumbaban de día los insectos de oro, y unos cuantos sauces que inclinaban sobre el agua sus finas cabelleras formando bóvedas sombrías, bajo las cuales se deslizaba la barca.
Es un grito de llamada, Capitán dijo el viejo Van-Horn. ¿Habrá alguna tribu acampada por estos contornos? Ya sabéis que en la temporada de la pesca estos salvajes acuden a la costa con la esperanza de proporcionarse carne humana. El año último las tripulaciones de tres juncos fueron devoradas por los salvajes del cabo York. Lo sé, Van-Horn.
Entregado a sí mismo; arrebatado por la propia belleza de su voz, no oía nada, no percibía el incesante crujir de la maleza, como si en la sombra se desarrollara una lucha, los bruscos movimientos de los juncos, agitados por misterioso espasmo, hasta que un doble gemido brutal, profundo, como arrancado de las entrañas de alguien que se sintiera morir, hizo enmudecer asustado al pobre pájaro.
El último gigante que llegó lo vi cuando estaba todavía en mi infancia; el único que hemos conocido después del triunfo de la Verdadera Revolución. Era un hombre de manos callosas y piel con escamas de suciedad. Babia un líquido blanco y de hedor insufrible, guardado en una gran botella forrada de juncos. Este líquido ardiente parecía volverle loco.
Quién sabe si en las ondas que desata, resbalando entre juncos y maleza, fugaz arroyo tímido retrata de alguna ondina la gentil cabeza! Quién sabe si, entre flores escondida, en su cristal colúmpiase graciosa náyade bella que al placer convida meciéndose en las limfas voluptuosa!
Los amantes avanzaban entre los juncos, encorvándose, titubeando antes de dar un paso, temiendo el chasquido de las ramas bajo sus pies. La continua humedad había cubierto la isla de una vegetación exuberante.
Era la más pequeña y estaba casi siempre vacía, y crecían en ella bosquetes de juncos y cantaban las ranas. Los frailes, a quienes la mansión perteneciera en la antigüedad, habían hecho construir para su recreo sobre esta isleta un gran cenador formado de columnas de granito a modo de templete griego. Estaban las columnas en pie, pero el techo había desaparecido.
En amplio canastillo de flexibles entretejidos juncos, de pie y abrazándose se colocaron los novios; y cuantos allí asistían derramaron sobre sus cabezas puñados de arroz que tomaban de otros canastillos menores. Morsamor asió luego el táli, largo cordón de seda y oro en cuyos extremos resplandecían dos esmeraldas.
A la parte del N registramos una rancheria, en la que se dejó ver un indio, y al vernos echó á huir. Aquí topamos algunos tilbes armados para pescar: su construccion es de palos parados, tejidos con juncos, y les dejan una puerta, y entra por ella el pescado, y cerrada la puerta le toman con abundancia.
Ellos eran como los juncos, que delatan en la estepa la presencia oculta del agua. Donde ellos apareciesen, no era posible la duda: existía la riqueza. La fábrica nueva, la mina descubierta, los campos recién roturados, la codicia de arriba y la miseria explotada de abajo; todo se condensaba en provecho suyo y venía lentamente á sus manos.
Palabra del Dia
Otros Mirando