Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de mayo de 2025


Argensola percibió cómo se iba formando en su interior un alma simple, entusiasta y crédula, capaz de admitir las cosas más inverosímiles. Esta alma la adivinaba igualmente en todos los que vivían cerca de él. A veces, su antiguo espíritu de crítica parecía encabritarse; pero la duda era rechazada como algo deshonroso.

Algunos entrecerraban los párpados para soñar mejor en las comarcas lejanas, donde se llegaba de golpe a la riqueza, sin la infamante paciencia del mercader, y veían pasar por su imaginación tierras inverosímiles, en las cuales el pie topaba a cada paso con venas de oro desnudo. Los que llegaban de Italia traían obsequios y misivas y daban las últimas noticias acerca del turco.

Narraciones inverosímiles. La Alpujarra; 5 y 5,50 pesetas. Cosas que fueron; 4 y 4,50 pesetas. Viaje por España; 4 y 4,50 pesetas. Juicios literarios; 4 y 4,50 pesetas. Amores y amoríos; 4 y 4,50 pesetas. Una familia doble. La señora de Firmiani. La Vendetta. La casa del gato que pelotea. El baile de Sceaux. El bolsillo. Contiene el segundo: Alberto Savarus. La paz del hogar. La querida falsa.

Siempre fue Benina algo supersticiosa, y solía dar crédito a cuantas historias sobrenaturales oía contar; además, la miseria despertaba en ella el respeto de las cosas inverosímiles y maravillosas, y aunque no había visto ningún milagro, esperaba verlo el mejor día.

Su imaginación fabricó las más inverosímiles deducciones para explicarse á misma esta pérdida injusta. Dios quiere castigarte por tu mala vida, y ha matado por eso á Esteban y me matará lentamente á ... Cuando supe su muerte quise arrojarme por el balcón.

Los asaltantes, al empujarse, se toleraban y perdonaban fraternalmente. «En la guerra como en la guerra», decían como última excusa. Y cada uno apretaba al vecino para arrebatarle unas pulgadas de asiento, para introducir su escaso equipaje entre los bultos suspendidos sobre las personas con los más inverosímiles equilibrios. Desnoyers fué perdiendo poco á poco sus ventajas de primer ocupante.

Levantó los ojos sin miedo alguno, riendo de estas palabras. El señor acostumbraba a engañarla con bromas inverosímiles. Bien decía su padre que los Febrer eran unos caballeros serios como jueces, pero de eterno buen humor. Iba a burlarse otra vez de ella, lo mismo que cuando le hablaba de la novia de barro guardada en su torre, que había estado esperándole miles de años...

El bote que le había traído estaba en mitad de él, como un navío de dimensiones inverosímiles, rodeado de las unidades de la escuadra del Sol Naciente. Unos cuantos pasos en el agua le bastaban para llegar á su antigua embarcación, y un día sintió la curiosidad de verla de cerca.

Curiosas escenas íntimas del hogar doméstico, que parecerán inverosímiles a los que sólo conocen la parte oficial de los grandes personajes, y que debieran esculpirse cual bajos relieves en los pedestales que levantan el vulgo y la opinión a muchos de los prototipos sociales que brillan en las academias y congresos, estrados y salones.

Mas a fuerza de trabajar, de desvelos y de casi inverosímiles economías, lograron vestirse y calzarse ambas de la misma manera, y aun tener sendos sombreros de moda, arreglados por ellas, bajo la inspección de Isidora, con despojos y reliquias de otros sombreros que conseguían de balde en una tienda para la cual trabajaban. ¿Qué mujer no tiene sombrero en los años que corren?

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando