United States or Greece ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero la ignara turba ha invadido mi mesa de despacho en pos de un raro acontecimiento femenino y musical.

Entre tanto, Lisboa se arrodillaba a mis pies. El patio del palacio estaba constantemente invadido por la turba; desde las ventanas de la galería contemplaba a veces, en mis horas de fastidio, blanquear las pecheras de la aristocracia, negrear las sotanas del clero y relucir el sudor de la plebe. Todos venían a suplicar con frase abyecta, una pequeña participación en mi riqueza.

Era el fondo un edificio soberbio hecho con mármoles y jaspes, e invadido por muchedumbre de gentes abigarradas vestidas lujosamente a usanza hebrea.

Puede perder todas sus conquistas; los continentes y las islas, por donde en los días de su mayor auge y expansión logró dilatarse, pueden dejar de ser suyos; puede hundirse el Estado que le da unidad política; y hasta puede ser invadido y dominado por el extranjero el suelo natal, la cuna misma de ese pueblo; mas no por eso el pueblo muere.

El jardín, iluminado con faroles á la veneciana, aparecía invadido por los invitados. La señorita Guichard se vió en seguida rodeada por sus parientes y por sus amigos. Á una señal de Bobart se desencadenó la tempestad instrumental y exaltó á la concurrencia.

Estos peligros grandes y aparatosos quitan el miedo, sobre todo si uno tiene que asumir la responsabilidad; entonces dan la impresión de un problema de matemáticas que hay que resolver. Desde el mar, el espectáculo de la tierra era extraño. El pueblo entero parecía invadido por las olas y las espumas. Por intervalos llegaba una ola casi cilíndrica, como hueca, más voluminosa que las otras.

Ignoro qué ola del Oeste vino de través á herir traidoramente mi gran ola que con la mayor regularidad llegaba del Mediodía. En medio de ese conflicto, de improviso dejé de ver el sol; mi elevado promontorio fué invadido, no por un vapor erizado de espuma, sino por una enorme ola negra que, cayendo pesadamente sobre , me empapó de pies á cabeza.

En cuanto á , apenas puedo decir que pensaba; una extrema sensación, mezcla de una alegría profunda y de una profunda amargura, había invadido todo mi ser, y me abandonaba á ella, como suele uno abandonarse á un sueño, del que tiene conciencia, pero no fuerza para sacudir su encanto. Llegamos á media noche.

No podrá hacer nada respondió el anciano con sencillez . Los alemanes saben que nuestras municiones están en el Falkenstein; temen un levantamiento general cuando hayan invadido la Lorena y quieren asegurar su retaguardia. El general enemigo se ha dado cuenta de que no nos puede vencer a viva fuerza y trata de rendirnos por hambre.

Este olor había invadido toda la habitación y la refrescaba con un perfume de salud y de limpieza más grato que todas las esencias y pomadas. Era el perfume que acompañaba siempre a Marta, al decir de su padre, y parecía exclusivamente creado para ella.