Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
Y Susana se entristecía, viendo que la reconciliación no era sellada con un abrazo fraternal; allí estaban las dos, hablando de cosas indiferentes, como personas extrañas; ¡y cuánto tenían que decirse, sin embargo! ¿no valía más explicarse de una vez? ¿por qué se mostraba tan intratable la madre, cuando la otra había dado, la primera, el gran paso? ¡Por Dios! cuántas ilusiones se forjara en los breves instantes que la tía Silda estaba en la casa; cuando la descubrió en el vestíbulo, parada, como una evocación; cuando la vió darse la mano con su madre... ¡Era su magna empresa realizada! el Señor la había escuchado, y su corazón latía de amor y de esperanza.
Los había de diferentes cuartones. Hasta de San Juan, en el extremo opuesto de la isla, vendrían mozos para cortejar a Margalida. Pep, a pesar de su falso gesto de padre intratable, enrojecía y apretaba los labios con mal disimulada satisfacción, mirando de reojo a los amigos sentados junto a él. ¡Qué honor para Can Mallorquí! Nunca se había conocido un galanteo como éste.
El contratista se acercaba lentamente a Potaje, y con la tranquilidad de un hombre experto en estas transacciones, le hablaba al oído. El picador, fingiendo enfado, acabó por acercarse al jaco. ¡Por él que no quedase! No quería que le tuviesen por hombre intratable, capaz de perjudicar a un camarada. Poniendo un pie en el estribo, dejó caer sobre el pobre jaco la pesadumbre de su cuerpo.
Era intratable aquel don Álvaro. También lo era el Obispo. Y sin embargo, bien lo sabía Dios, ella le había sido fiel a Mesía, por supuesto ; todavía le amaba o cosa parecida. Le hubiera preferido siempre a todos. Pero él no quería ya. Aquello se había acabado. Se habían cansado de jugar a los cocineros.
Pocos se guardaban, pues, de hablar secretos en su presencia; pero si alguno lo hacía y llegaba a notarlo, le acometían tales ansias y congojas por conocer lo que le ocultaban, que no dormía, ni descansaba un momento; andaba pálida, ojerosa, se hacía grosera, intratable.
Antes de la primera palabra de saludo, sus ojos formulaban siempre la misma interrogación... «¿Cuándo conseguiría el permiso?» El grande hombre lamentaba la indiferencia de los militares con el elemento civil. Siempre habían sido enemigos del parlamentarismo. Además, Joffre se muestra intratable. No quiere curiosos... Mañana veré al Presidente.
Vivía entre el confesonario, el locutorio, la celda y la sacristía, hecha un santo de palo, con el cuello torcido, la mirada en el suelo, avinagrado el gesto, y la voz siempre clueca y comprimida. En los pocos momentos que pasaba en su casa era intratable.
En Sahagún había un coronel segoviano que, habiéndose casado allí, vivía retirado del servicio militar. Era hombre de elevado carácter, de mucho corazón y de bien cultivada inteligencia; había sido muy rico, pero deparóle el cielo ó el infierno una esposa que ni de encargo hubiera salido tan díscola, intratable y antojadiza.
Tanto más, cuanto que esta vil seducción parecería inspirarse en una especulación abominable. ¿No se sospecharía que quiero adueñarme de la fábrica de cristales y convertirme en el sucesor de tu padre, solicitando la mano de tu hermana? ¡Eres intratable! Soy sensato. Tu hermana puede aspirar a todo. ¿Quién soy yo para ella?
La costurera era arisca, cruel, intratable; pero el mayordomo sabía recabar de ella las pocas migajas de buen humor que tenía en el cuerpo. La requebraba brutalmente, la pellizcaba al pasar, le decía mil groseras desvergüenzas para que las comprendiera al revés.
Palabra del Dia
Otros Mirando