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Papá dijo la joven con un tono de dulce gravedad que, como una cadencia triste y lenta, interrumpía a veces su alegría , vamos a cercar la mata de retama; así se encontrará en el ángulo del jardín, y alrededor voy a plantar margaritas y crocus, porque Aarón dice que esas plantas no mueren y se desarrollan cada vez más.

Alguna que otra vez me interrumpía extendiendo la mano; hacía una observación en términos precisos, y cuando terminaba, volvía a extender la mano, diciendo lleno de condescendencia: «Puede usted continuar». Cuando me dirigía alguna pregunta y yo me disponía a contestar como Dios me sugiriese, solía atajarme exclamando; «¡Método! ¡método!

Por lo común se interrumpía en mitad de su relato, después de advertir: "Pero ahora ustedes van a ver". Y quedaba como ensimismado, durante algunos segundos. Mi abuela, decía fue muy amiga de doña Remedios Escalada, la mujer del general San Martín, una señora distinguidísima, muy buena moza.

De trecho en trecho, colgado de un clavo en algún pilar, un quinqué de petróleo con reverbero, interrumpía las tinieblas que volvían a dominar poco más adelante. No había más luz que aquella esparcida por las naves, el trasaltar y el trascoro, y los cirios del altar y las velas del coro que brillaban a lo lejos, en alto, como estrellitas.

Vino el revisor, escuchó la proposición de la faz redonda y la halló un poco grave. Era comprometido para el maquinista y para él; ya les habían reprendido severamente por actos semejantes; el servicio se interrumpía; los viajeros se quejaban; se perdían algunos minutos... La mujer escanció un vaso de vino, y se llegó con él a reforzar los argumentos de su consorte. Negocio terminado.

Unos trabajan la tierra, otros comen el trigo; unos siembran y otros recogen; , un suponer, plantaste la viña, pues yo vengo con mis manos lavadas y me bebo el vino.... Pero el que lo tiene, lo tiene interrumpía la conservadora Comadreja.

A las nueve, Marcos Divès se hallaba de camino hacia el Falkenstein con los prisioneros. A las diez, todos dormían en la alquería y en la meseta de la montaña, alrededor de las hogueras del vivaque. Sólo se interrumpía el silencio de tarde en tarde, por el ruido de los pasos de las rondas y por el «¿quién vivede los centinelas.

Cuando Gallardo comenzó a frecuentar la sociedad, un nuevo motivo de conversación interrumpía las interminables discusiones sobre toros y labores del campo. En los Cuarenta y cinco, lo mismo que en toda Sevilla, se hablaba del Plumitas, un bandido célebre por sus audacias, al que cada día proporcionaban nueva fama los esfuerzos inútiles de los perseguidores.

Con la voz enronquecida por la emoción que le producían aquellos terribles recuerdos, Lea se calló un instante. Jacobo, impasible, no la interrumpía ya, poseído por el punzante interés del relato. Ni los sufrimientos inmerecidos de su antigua amada ni sus goces criminales le habían arrancado ni un suspiro. Había permanecido mudo ante las confesiones de celos y de traición.

Juan Montiño empezaba á perder la paciencia; su tío interrumpía á cada paso su diálogo con él para acudir á cualquier nimiedad; se le iba, se le escapaba de entre las manos, y no le prestaba la mayor atención; pero si Juan Montiño hubiera podido penetrar en el pensamiento de su tío, hubiera visto que desde el momento en que había reparado en su semblante, el cocinero del rey había necesitado de todo su aplomo, de toda su experiencia cortesana para disimular su turbación.