Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de junio de 2025
Y después venían las horas de inquietud por la ausencia de su marido, unas tardes interminables, de angustia, esperando al hombre que nunca regresaba, saliendo á la puerta de la barraca para explorar el camino, estremeciéndose cada vez que sonaba á lo lejos algún disparo de los cazadores de golondrinas, creyéndolo el principio de una tragedia, el tiro que destrozaba la cabeza del jefe de la familia ó que le abría las puertas del presidio.
Correteaba con ellos por las avenidas entre los gritos de las aves exóticas, formaba grandes ramos de flores, y él tenía que ocultarse en los pisos altos huyendo de esta alegría infantil, á la que encontraba algo de desesperado y fúnebre. Las noches le parecían interminables.
Querían soñar bajo la nieve perfumada de los interminables bosques de naranjos; ser dueños de los valles abrigados donde el mirto y el jazmín embalsaman el aire salitroso; de los volcanes mudos que dejan crecer entre sus rocas el áloe y el cacto; de las montañas de mármol que descienden sus blancas aristas hasta el fondo del mar y refractan el calor africano emitido por la costa de enfrente.
El médico pasó de largo ante los hornos de puldeo, y al salir al aire libre se detuvo jadeante, con la curiosidad harto satisfecha. A lo lejos veíanse ondular como lombrices rojas, bajo extensos cobertizos, interminables cintas de acero. Allí estaba la fabricación del alambre. El ingeniero hablaba de lo curiosa que era esta manipulación, pero Aresti no quiso seguirle.
Los castellanos son un pueblo ahogado entre ondas interminables de cereales. Allí la naturaleza vive sin sonreir, y el hombre vegeta durmiendo ú bostezando. La riqueza de ese pais, esencialmente agrícola, es inapreciable. Solo le faltan los medios y la libertad para dar salida á sus productos y regenerarse por el cambio. El dia que los obtenga, la Vieja Castilla podrá ser un emporio.
Ferragut, antes de partir, quiso entregar sus barbas al tijereteo del verboso maestro. Cuando, pasada una hora, pudo salir de la barbería, arrancándose á las interminables despedidas del dueño, siguió una amplia calle entre dos filas de docks, solitaria y silenciosa. Las puertas corredizas de acero estaban cerradas y selladas.
Los viejos siguieron su paseo, haciendo interminables comentarios e infinitas hipótesis acerca de aquella visita inesperada. María continuó obstinadamente pegada a los cristales del balcón, velada a los ojos de sus amigos por las grandes cortinas de damasco.
Las espesas arboledas de la cima, los interminables balaustres blancos con arcos de clemátides color de vino, parecían chorrear una vida inferior florida y verde por estos desgarrones de las murallas, enviándola al mar. Cuando vea esto desde abajo, en una barca, lo apreciará usted mejor.
No ha sido por mi culpa respondió cándidamente la de Raynal, cuya charla continua recordaba el gorjeo de los pájaros y que desde que se había levantado estaba molestando a su hija con consideraciones interminables sobre los menores incidentes de la velada memorable.
Esto no se verifica respecto de los términos que forman la serie de las comunicaciones; pues que si las representamos por el movimiento de A no puede llegar á F, si se quita uno de los cuerpos intermedios que sirven de vehículo á la comunicacion. Todas estas cuestiones nacen de confusion de ideas; la cual ha dado ocasion á interminables disputas.
Palabra del Dia
Otros Mirando