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Y acompañado de sus amigos salió con paso seguro del cementerio, cuya puerta cerró el sacristán tras de ellos. Señores dijo entonces el padre de Magdalena a sus escasos acompañantes: ya han visto ustedes por la inscripción de la losa, que el hombre que les habla ya no es un ser viviente.

Diciendo esto presentó la buena mujer un tablero en el que sobre fondo rojizo y nada limpio se contoneaba una especie de gallina moribunda pintarrajeada de verde, con un ojo saltón y amarillento colocado más cerca del pescuezo que del pico; era éste encorvado y enorme, y de él pendía un cartelón pintado de blanco con esta inscripción en letras negras: ¡Al Pagaro Berde!

Aquí se da con un trozo de mosaico precioso, una bella baldosa de mármol, un busto raro de piedra ó una inscripcion histórica; allá con una ventana ogival, un balcon morisco, un curioso mirador, un torreon gótico ó un escombro lamentable. Toledo es el cementerio magnifico de dos civilizaciones, de dos razas; cada edificio es una tumba y cada puerta ó muro contiene un epitafio....

Marchó el vehículo al cementerio de Vincennes para que la enterrasen en el rincón de los ajusticiados... Ni una flor, ni una inscripción, ni una cruz.

Era un delgado rollo, firmemente sujeto con una cinta de seda roja y cerrado por ambos extremos con grandes sellos de igual color. El exnovicio miró y remiró largo tiempo la inscripción exterior, contraídas las cejas y medio cerrados los ojos. Como no he leído mucho estos días, acabó por decir, no estoy del todo seguro de lo que aquí reza.

16 Y ellos se la trajeron y les dice: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Y ellos le dijeron: De César. Y se maravillaron de ello. 18 Entonces vienen a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo:

Una guirnalda de flores primorosamente tallada en el mármol coronaba esta inscripción. «Lo que más sorprende en Aldeacorba es el espléndido sepulcro erigido en el cementerio, sobre la tumba de una ilustre joven, célebre en aquel país por su hermosura. Doña Mariquita Manuela Téllez perteneció a una de las familias más nobles y acaudaladas de Cantabria, la familia de Téllez Girón y de Trastamara.

En el fondo, un blanco edificio de piedra, con ventanas de sótano al ras del suelo. Al pronto creí que era una quinta; pero, después de mirar con más detenimiento, la cruz que la remataba y una inscripción grabada en la piedra, y cuyo texto no distinguía, me hicieron reconocer una tumba de familia corsa.

Insectos transparentes se levantaban del herboso jardín y navegaban en la luz. Bajo las bóvedas, junto a la capilla de las Cuevas, dos alarifes, rompiendo un trozo de pared, acababan de descubrir un sepulcro. Ramiro y el canónigo se acercaron. No había inscripción alguna; sólo un tosco relieve que representaba a Nuestra Señora y al Niño, como si aquello bastase en la muerte.

Sin embargo de tan buenas esperanzas nada llegó á hacerse entonces: luego, en 1629, volvió á resucitar el proyecto, y nuevamente quedó abandonado. Existe en las casas de Ayuntamiento. Fué hallada entre las ruinas de la ermita de Sta. Sofía y tiene esta inscripcion: SACRATA DOMUS AUGUSTO. Véase la página 244, nota 1.