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Actualizado: 26 de junio de 2025
El recomendar á los terapeutistas de la escuela hahnemanniana el que armonicen el medicamento, no solo con los síntomas del físico, sino tambien con los del moral, no es una cosa insignificante y de poca importancia: esta recomendacion se enlaza muy bien con la necesidad en que se halla el práctico de formarse la idea mas justa posible de la constitucion que el medicamento tiene tendencia á favorecer ó provocar, por la série de modificaciones que imprime al organismo.
Las comunicaciones en Alemania tienen algo de diferente de todas las demas de Europa: la grave formalidad que caracteriza á los hijos de la Germania, hasta en el mas insignificante detalle de la vida, imprime un carácter especial á todo lo que ellos hacen, á todo lo que ellos emprenden.
Al fin, y como aquel niño que, de repente, halla el resorte que imprime fácil movimiento a una máquina, hasta entonces inmóvil ante los más desesperados esfuerzos, hizo una zapateta y se dió tres manotadas sobre las nalgas, faltando así, por primera vez después de muchos años, a la compostura y circunspección que guardaba hasta con su propia persona.
Si algo le salva colectivamente de la vulgaridad, es ese extraordinario alarde de energía que lleva a todas partes y con el que imprime cierto carácter de épica grandeza, aun a las luchas del interés y de la vida material.
Al día siguiente Amparo se me presentó tranquila y afectuosa; en vano busqué alrededor de sus ojos ese círculo lívido que imprime una noche de insomnio y de fiebre. En vano esa palidez vaga del cansancio. Amparo estaba fresca, sonriente; parecía feliz. ¿Has dormido bien? la dije.
Moratín se limita de ordinario á dar un catálogo de los dramas españoles más antiguos, y á indicar á veces sus argumentos; pero no imprime á estos materiales una forma histórica, ni sus juicios críticos merecen otra calificación que la de decisiones arbitrarias, hijas del absurdo clasicismo francés. No es extraño, pues, que en el primer libro de esta obra me haya esforzado en enmendar sus yerros.
Oiga la verdad que imprime en estas líneas un oscuro y pobre escritor, que no tiene en el mundo otro caudal, ni otra esperanza, ni otro consuelo, que la religion de su penoso y elevado oficio; oficio que él estima tanto como D. José Salamanca su fausto y sus millones. Oiga una vez la leccion severa de la moral, quien ha recibido tantas veces las caricias aduladoras de la fortuna.
Esta extensión de las llanuras imprime, por otra parte, a la vida del interior cierta tintura asiática que no deja de ser bien pronunciada. Muchas veces, al salir la luna tranquila y resplandeciente por entre las hierbas de la tierra, la he saludado maquinalmente con estas palabras de Volney, en su descripción de las Ruinas: La pleine lune
Basta hacer una sucinta reseña de los asuntos de los autos de Gil Vicente, para que aparezca en toda su desnudez esta extrañeza; pero quien los lea con detenimiento no dejará de mirar al poeta de muy distinta manera, y de celebrar la rara habilidad, con que imprime poética armonía á las más grotescas creaciones, la facilidad, con que expresa los pensamientos más abstractos, inspirándoles apariencias de vida, y la inimitable gracia, que infunde en los mayores absurdos, todo lo cual obliga á aquéllos, á quienes son familiares las ideas sobre que giran estos dramas religiosos, á sentir al leerlos no poco placer y contento.
Desde la agreste cumbre, suelta, hervorosa, su penacho de linfas la catarata: en él dibuja el iris su franja hermosa, que el lago en sus cristales después retrata. Por tu atmósfera vírgen, urna de aromas, donde sus róseos labios la aurora imprime, vuelan y se acarician blancas palomas, suspirando de amores himno sublime.
Palabra del Dia
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