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Actualizado: 1 de mayo de 2025
Citados para declarar todos los que los litigantes hubieron á la mano, fueron haciendo relación de ocurrencias y consta por consiguiente en los autos, en contestación á las preguntas generales, el nombre, edad, naturaleza y oficio ó situación de los testigos.
Precedíalos muy solícito el muchacho; y quando hubiéron, llegado al puente, le dixo el ermitaño: Ven acá, hijo mio, que quiero manifestar mi agradecimiento á tu tia; y agarrándole de los cabellos le tira al rio. Cae el chico, nada un instante encima del agua, y se le lleva la corriente. ¡O monstruo, o hombre el mas perverso de los hombres! exclamó Zadig.
En este coloquio iban los dos antiguos estudiantes, cuando hubieron de soltar un tanto la disputa para atender y dar oídos a la aguda y penetrante voz de cierto caminante que picaba por alcanzarlos y que cantaba de esta manera: Con espuela y paso a paso llega el asno a la jornada; pero víbora o culebra dando saltos más alcanza.
Mas, como don Quijote tenía el sentido del olfato tan vivo como el de los oídos, y Sancho estaba tan junto y cosido con él que casi por línea recta subían los vapores hacia arriba, no se pudo escusar de que algunos no llegasen a sus narices; y, apenas hubieron llegado, cuando él fue al socorro, apretándolas entre los dos dedos; y, con tono algo gangoso, dijo: -Paréceme, Sancho, que tienes mucho miedo.
Con el correr de los días, cuando hubieron llegado a la apasionada compenetración de sus almas, uno y otro se dijeron los pesares más íntimos. En los instantes de languidez Ramiro sentía pasar sobre su frente, a modo de ala espectral, la idea de la brevedad de todas las cosas humanas.
Después que se hubieron cantado algunas otras coplas, dijo el que la echaba de gracioso: Manuel, cantan esos unos despilfarros que no llevan idea ni consonante; tú, que sabes decir las cosas en buen versaje, y más cuando estás calamocano, echa una décima en regla a los novios, y toma este vaso de vino para que te se ponga la lengua espeíta.
Doña Lupe no había visto nunca tanto brillo en aquellos ojos ni animación semejante en aquella cara. Cuando entre los dos hubieron recogido las piezas, la tía las envolvió en un número de La Correspondencia, y arrojando el paquete sobre la cómoda, dijo con soberano menosprecio: «Ahí tienes para el regalo de boda». Maximiliano guardó en la cómoda el pesado paquete, y después se puso la capa.
Dijo que la quiso matar, y lo hiciera si de sus padres no fuera impedido; y que así, se salió de su casa, despechado y corrido, con determinación de vengarse con más comodidad; y que otro día supo como Luscinda había faltado de casa de sus padres, sin que nadie supiese decir dónde se había ido, y que, en resolución, al cabo de algunos meses vino a saber como estaba en un monesterio, con voluntad de quedarse en él toda la vida, si no la pudiese pasar con Cardenio; y que, así como lo supo, escogiendo para su compañía aquellos tres caballeros, vino al lugar donde estaba, a la cual no había querido hablar, temeroso que, en sabiendo que él estaba allí, había de haber más guarda en el monesterio; y así, aguardando un día a que la portería estuviese abierta, dejó a los dos a la guarda de la puerta, y él, con otro, habían entrado en el monesterio buscando a Luscinda, la cual hallaron en el claustro hablando con una monja; y, arrebatándola, sin darle lugar a otra cosa, se habían venido con ella a un lugar donde se acomodaron de aquello que hubieron menester para traella.
Vuelto el Infante á Rocafort con palabras asperas le dijo, que la muerte de Berenguer habia sido malamente hecho por algun traidor. Rocafort con palabras humildes respondió que su hermano, y tio no le conocieron hasta que le hubieron herido.
22 Y le llevaron al lugar de Gólgota, que declarado quiere decir: Lugar de la Calavera. 23 Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó. 24 Y cuando le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos echando suertes sobre ellos, qué llevaría cada uno. 25 Y era la hora de las tres cuando le colgaron del madero. 26 Y el título escrito de su causa era: EL REY DE LOS JUDIOS.
Palabra del Dia
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