Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de julio de 2025


Suponiendo, por un instante, que todos los demás diputados fuesen tan hábiles, tan mañosos, tan felices y tan píos como el de que hablamos, el Gobierno tendría que hacer el milagro de pan y peces, en inmensa escala, o tendría que producir un déficit, al cabo del año, de diecinueve veces el valor de todos los recursos y rentas del Estado, en el año mismo.

¿Dónde estarian los espíritus puros, si no existiese el mundo corpóreo? en ninguna parte: á no ser que se quiera decir que estarian en mismos. Pero entonces la palabra estar no significa la situacion de que hablamos aquí; sino mas bien ó la existencia del espíritu, ó su identidad consigo mismo. ¿Dónde estaba Dios antes de criar el mundo? era; no estaba en ninguna parte: porque no habia partes.

La experiencia nos enseña de continuo que siempre que entendemos, se agitan en nuestra imaginacion formas sensibles relativas al objeto que nos ocupa. Ya son las imágenes de la figura y color del objeto, si este los tiene; ya son las imágenes de aquellos con que se le puede comparar; ya son las palabras con que se expresa en la lengua que habitualmente hablamos.

En tiempo de nuestro amigo Ramón, los jóvenes creían esto; y había algunas personas graves que encontraban á Crebillon más inspirado que Lope, y Rotrou más grande que Moreto." El poeta de que hablamos escribió su correspondiente Alceste, con algún acto de un Bellerofonte y varias escenas de tragedia bíblica, también de cajón entonces.

¡Si no las digo!... Las mejores enseñanzas que yo he recogido no las recibí frecuentando a esas personas de que hablamos hace un momento y que sólo tramitan chismografía social, sino de buenas gentes que ignoran todo eso, pero que viven la vida intensamente.

Pues se me figura que volveré de allá tan pobre como estoy aquí. Yo no sirvo para esto. No soy como mi padre y mis hermanos, que saben Aritmética. Yo no la entiendo. Esa ciencia y yo... no nos hablamos hace tiempo... Yo la he despreciado, ¡y ella se venga haciéndome unas perradas!...

Cuando enunciamos esta unidad en la proposicion, yo pienso, no hablamos de una forma en abstracto, comun á todas las percepciones, sino de una cosa positiva que hay en nosotros, y cuya realidad es indispensable para que el pensamiento sea posible.

Ayestarain conversaba conmigo, y una breve mirada de María Elvira, lanzada hacia nosotros por sobre los hombros del cuádruple flirt que la rodeaba, puso su espléndida figura en nuestra conversación. Hablamos de ella, y fugazmente, de la vieja historia. Un rato después se detenía ante nosotros. ¿De qué hablan? De muchas cosas; de Vd. en primer término respondió el médico.

No si doña Clara le habrá destruído dijo con la mayor serenidad la reina, mientras el padre Aliaga se estremecía, porque veía llegado de una manera fatal el momento de las pruebas. ¿Cómo recobró doña Clara ese rizo? dijo el rey. Casualmente ese es el gran servicio que ha prestado el joven de quien hablamos á doña Clara. ¿Pero cómo supo ese mancebo?...

No hagas caso de esos falsos testimonios; no, muchacho, no hagas caso de esas cosas; desprecialas, desprecialas, porque nadie ha de creer en ellas. Y vete, vete a Santa Clara, que allí estarás muy bien. Y, oye: ya que de eso hablamos: ¿tienes plata? ¿Plata? , ¿qué si tienes dinero? ¿Dinero? Para esta semana, y... ¡nada más!

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando