Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de junio de 2025
Al contrario, á cada momento llegaban otros, siempre en familia, los maridos de bracero con sus esposas, los jóvenes solteros con sus hermanas, amigas ó prometidas, todas joviales, afables, repartiendo saludos á derecha é izquierda y besándose con tal entusiasmo que la cosa parecia un fuego graneado, por pelotones y en guerrilla.
Sólo algún liberal botarate puede llamarle todavía cabecilla... ¡Anda, anda con el cabecilla!... Si le hubieran visto en la batalla de Muniesa con el anteojo en la mano, me entiende usted, echando líneas y paralelas... Aquí, escondida detrás de este repecho, la caballería para cargar cuando haga falta... En la retaguardia los batallones navarros... En la vanguardia los castellanos... «Capitán Tal, despliegue usted su compañía en guerrilla y moleste usted al enemigo por el flanco derecho... Coronel Cual, proteja usted con un batallón al capitán Tal para el caso de retirada... Comandante Tal, ataque usted con cuatro compañías aquella posición... Coronel Cual, proteja usted con un batallón al comandante Tal en el caso de retirada... Brigadier Tal, marche usted con los regimientos Tal y Cual por el flanco izquierdo a coger la retaguardia del enemigo... Brigadier Cual, prepárese usted a atacar de frente en el momento que yo lo ordene.»
Facundo despliega su batalla a distancia tal, que lo pone al abrigo de la infantería que manda Barcala, y que debilita el efecto de ocho piezas de artillería que dirige el inteligente Arengreen. ¿Había previsto Facundo lo que sus enemigos iban a hacer? Una guerrilla ha precedido, en la que la partida de Quiroga arrolla la división Tucumana.
A veces se dispara la cerbatana en guerrilla; entonces se escoge por blanco el farolillo de un escarolero, el fanal de un confitero, las botellas de una tienda; objetos todos en que produce el barro cocido un sonido sonoro y argentino. ¡Pim! las ansias mortales, las agonías, y los votos del gallego y del fabricante de merengues, son el alimento del calavera.
Ya sé: en los jardinillos: no me diga usted nada. El general Patiño, fiel a su naturaleza y a su tradición militar, se desplegó en guerrilla para atacar a la marquesa de Ujo, que tenía al lado. Marquesa, las perlas le sientan admirablemente.
Situáronse á un cuarto de legua del pueblo, y al amanecer del siguiente día se vieron brillar á lo lejos las bayonetas de los franceses. La guerrilla les hostilizó con fuegos esparcidos: al principio, los franceses vacilaron con la sorpresa; mas repuestos un poco, atacaron á los nuestros. El combate fué encarnizado. Elías y Chacón se miraron con angustia.
Murió Moabdar, traspasado de mil heridas, y cayó Misuf en poder del vencedor. Quiso mi desventura que yo tambien fuera cogida por una partida de guerrilla hircana, que me conduxo á presencia del príncipe, al mismo tiempo que le llevaban á Misuf.
Al llegar a este punto, Martín avisó a Briones que era conveniente que sus tropas estuviesen preparadas, pues al final de estas sendas se encontrarían en terreno descubierto y desprovisto de árboles. Briones mandó a los tiradores de la vanguardia preparasen sus armas y fueran avanzando despacio en guerrilla. Mientras unos van por aquí dijo Martín a Briones otros pueden subir por el lado opuesto.
Ya en tierra, cargados como bestias, subieron los espinares y pasaron las ciénegas y cruzaron ríos crecidos y subieron cumbres, hasta que dieron con la guerrilla baracoana de Félix Ruenes «hombre de consejo y moderación» como lo llamó Martí, y a quien la gloria le crece ya sobre la sepultura.
El señor Pulido, con su flemática suavidad, díjole entonces: Descuida, Pepe..., pocas darán si hay que dar en secreto... El valiente Zumalacárregui, parado en firme con la réplica no menos lógica de la Villasis, replegó su guerrilla y parapetóse en el monte Aventino, con una retirada digna de Jenofonte.
Palabra del Dia
Otros Mirando