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Actualizado: 15 de mayo de 2025


Hazme el favor de dejarme. He dicho que me iba y no me vuelvo atrás profirió en tono resuelto frunciendo el entrecejo. El guapo se enfureció otra vez, y olvidando toda galantería, la insultó groseramente.

Y no es acusando á diestro y siniestro á todo el mundo como lograrán probar que un juez de instrucción, doce jurados, tres magistrados y la justicia en masa se han engañado groseramente y enviado un inocente á presidio. Á no ser que se pruebe, dijo miss Harvey, que las apariencias fueron arregladas tan hábilmente que fué imposible no creer en la culpa de ese desgraciado.

El Juez de Paz era un hombre muy brusco, pero viendo á Julî acaso se portase menos groseramente: aquí estaba la sabiduría del consejo. Con mucha gravedad oyó el señor Juez á hermana Balî, que era quien tomaba la palabra, no sin mirar de cuando en cuando á la joven que tenía los ojos bajos y estaba muy avergonzada.

Es lo cierto que á estos pertenece hoy en propiedad, y que en ella tienen su entierro. Entre esta capilla y la de la Epifanía hay una columna, de las de la antigua mezquita, en cuyo fuste está groseramente grabada una imágen de Jesus crucificado.

Para subir al único piso de la casa, hay que ascender por una escalera que fue en algún tiempo de madera, y que mi padre la reemplazó por la actual, que es de piedra groseramente labrada. En el piso se encuentran hasta diez piezas casi sin muebles que dan a unos corredores oscuros.

Las miradas de los tres se volvieron hacia él. Porque Manín es un bruto que no sabe jugar más que a la brisca dijo D. Pedro riendo. Y al tute manifestó el gañán, desperezándose groseramente, abriendo una boca de a cuarta. Bueno, y al tute. Y al monte. Bien, hombre, y al monte también. Y se pusieron a jugar sin hacer más caso de él. Pero al cabo de un momento volvió a decir: Y al parar.

Cuando por casualidad se les encuentra de pie, no hacen otra cosa que pasear tranquilamente por la celda sin desplegar ninguna especie de ferocidad, como un poeta lírico que estuviese meditando algún soneto enrevesado para la Ilustración Española y Americana: cuando abren la boca y estiran las garras, nunca es en son de amenaza, sino para desperezarse groseramente; y si tal vez que otra les da la humorada de rugir, lo hacen con tanta delicadeza, que más que de devorarlos, parece que tratan de enterarse de la salud de los espectadores.

Lo que faltaba de escalera no dio tiempo a más suposiciones. Estaba en el descansillo del piso tercero, ante una puerta de cuarterones, groseramente pintada de azul. El cordel de la campanilla, de puro mugriento, parecía negro. «¡Cosa más rara

Vergonzosa sería la victoria del que saliese vivo de aquí, y más vergonzoso el término de quien aquí quedase muerto o herido. La poca vergüenza contestó Pedro Carvallo feroz y groseramente es la de esas viles palabras con que tratáis de disimular vuestra cobardía. Defendeos o mataros he como a un perro. Pedro Carvallo se abalanzó entonces con furia contra Morsamor.

Cuando se fue el muchacho, cerró la puerta y se entretuvo a la luz de la vela en hacer el inventario y distribución de los objetos que llenaban su vivienda. En un antiguo arcón de madera, tallado a cuchillo groseramente, estaban dobladas con cuidado por Margalida, entre hierbas olorosas, las ropas con que había llegado él de Mallorca. Las vestiría a la mañana siguiente.

Palabra del Dia

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