United States or China ? Vote for the TOP Country of the Week !


Su voz produjo un efecto extraño: ora murmuraba, bien que de manera bastante fuerte para ser oído; ora gritaba, ora hacía una larga pausa, fijando los ojos en algún jurado, que, azorándose, no tardaba en volver a otro lado los suyos. Señores jurados y señores jueces: Acaban ustedes de oír el discurso del señor adjunto del fiscal.

Apolonio, con aquella su portentosa ineptitud para percibir la realidad externa, volvió a su casa convencido de que no había habido, en los anales de la dramaturgia, triunfo como el suyo. Ya en calzoncillos, antes de sepultarse en el camastro, dijo entre , fijando el dedo índice en medio de las cejas: «El derrotero está trazado.

Este es el método natural que hemos seguido, pues por numerosos que sean los síntomas fisiológicos, tóxicos y clínicos del arsénico, se les puede agrupar para constituir la unidad de una accion especial y generadora de estos mismos síntomas, fijando el punto de partida en el sistema nervioso ganglionar que ningun medicamento afecta de un modo tan profundo, tan especial y tan universal.

El Padre se acababa de decidir a escribir sobre otro, que singularmente le importaba, que le preocupaba hacía tiempo, que pesaba sobre él, y del que era menester desahogarse. Por esto la pluma corría. El padre estaba fijando en el papel lo más recóndito de su alma.

No, no nada replicó la joven, fijando sus ojos en la costura. Pues yo lo ... Mi padre es muy razonable.

Ha llegado hasta el café con Lewis, que no puede separarse de él; ha dado su mano al príncipe como si lo hubiese visto el día antes, sin reparar en su uniforme ni en su mutilación. Permanece silencioso en su silla, pasándose una mano por la cabellera blanca y crespa, fijando sus ojos redondos, de fulgor nocturno, en la gente que circula en torno del «queso».

2 Y un hombre que era cojo desde el vientre de su madre, era traído; al cual ponían cada día a la puerta del Templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el Templo. 3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, rogaba que le diesen limosna. 4 Y Pedro, con Juan, fijando los ojos en él, dijo: Míranos.

Al llegar a la entrada de la ciudad, la cigarrera se volvió y midió a Borrén con despreciativa ojeada de pies a cabeza. ¿Se le ocurre a usted alguna cosa? preguntó él medio desvanecido aún, con ronquera que rayaba en afonía. Nada respondió ella bruscamente. Y después, fijando en los de Borrén sus ojuelos verdes : Don Enrique añadió , ¿sabe usted lo que venía pensando? Diga usted....

¡Oh, amor!... ¡amor! murmuró el sabio. La vida es hermosa, y él reconocía que guarda dulzuras y misterios no sospechados por la Universidad. Para vencer esta emoción inoportuna, se fué fijando en los personajes que llenaban el patio. Un estrado, todavía desierto, era para el Consejo Ejecutivo, los ministros y demás dignatarios.

Ha escrito que iba a ponerse en camino y pronto la veremos llegar. Santaló volvió a caer en su letargo. Una hora después recobró el sentido, y fijando sus miradas en la tía María, le dijo: Tía María, he pedido a mi divino Salvador, que se ha dignado venir a , que me perdone, que la haga feliz y que le pague a usted cuanto por nosotros ha hecho.