Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de junio de 2025


Le amortajó, fue tras el féretro hasta la puerta de la escalera, y en seguida, sin que parientes ni amigos pudiesen contenerla, corrió al gabinete, y pegando el rostro al vidrio del balcón, vio ponerse en marcha el cortejo fúnebre, desplomándose sobre la alfombra, rendida a la pesadumbre del dolor cuando dobló la esquina el carro mortuorio. Y al volver en , ¡qué horrible le pareció la soledad!

La colocan luego en un resplandeciente lecho de cristal, que ya parece féretro, ya tálamo.

Su negra y raída levita estaba arrugada por la incómoda postura que tuviera en el féretro. Era Tucker. Reíase y aplaudía de todo corazón... Esperaba yo que Tucker, una vez sentado en el féretro, bostezara y se desperezase... ¡Pues nada de eso!... Una vez sentado en el féretro, me dio un abrazo y me besó paternalmente, diciendo: ¡Oh mi querido sobrino! ¡Oh mi querido hijo!

Oyose un violento portazo, dado ya en habitación lejana, y aquella horrible respuesta resonó en sus oídos más triste que caer de tierra sobre féretro.

Isidro se sentó sobre la fúnebre caja, temiendo una nueva profanación, y se replegó aturdido y temeroso por el estrépito de los tiros. Un hombre de blusa vino también a sentarse en el féretro, como si éste fuese un lugar de asilo. Oyó Maltrana un lamento y vio la blusa blanca, manchada de sangre, balancearse y caer al suelo.

Por fortuna, el chico tenía dinero, pues había cobrado la tarde anterior una factura de féretro doble de zinc y otra de un servicio completo de cama imperial y conducción con seis caballos, etc... La posesión del dinero realizó el prodigio de cambiar las ideas de suicidio en ideas de prolongación de la existencia; y variando de rumbo se fueron a almorzar a un café, y después a una casa cercana, de la cual, ya tarde, pasaron a otra donde escribieron a sus respectivas familias, notificándoles que ya estaban casados.

Y por último, ocupado en mullir y arreglar los almohadones, donde había de reposar la cabeza la persona que en el féretro se encerrase, estaba el hermano Tiburcio, predilecto y aprovechado discípulo del Padre Ambrosio.

Los compañeros clavaron la caja, cubriéndola con la bandera roja de la asociación. El féretro comenzó a romper el oleaje del gentío, llevado en hombros por un grupo de albañiles.

Todos ustedes saben, señores, lo que es una casa mortuoria cuando se vuelve así del cementerio... el olor a féretro, un olor a madera fresca, y las ramas de abeto... y las hojas caídas de las coronas... y las flores pisoteadas... Atroz, simplemente atroz.

Un fraile dominico, con barba y sin tonsura, dormita a pocos pasos del féretro, sentado en un escaño. Rosa camina hacia él. El novicio abre entonces los ojos y murmura, como espantado: ¡Vive Dios! ¡Con ella soñaba, y la veía venir con ese sayal, con ese velo, con esas flores!

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando