Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de mayo de 2025
La razón de Estado guía sus correrías. ¡Por algo la fábula presenta á estas bestias como modelos de orden y buenas costumbres! En su avance triunfal, la vanguardia del ejército encuentra á la caída cigarra, y los que vivieron de su trabajo vuelven á vivir de su muerte.
Al tratar ya en particular de sus dramas, hablaremos primero, como es justo, de El alcázar del secreto, el más famoso suyo en España, hace mucho tiempo. Su fábula y traza es muy ingeniosa, y hay claridad y transparencia en su desempeño, aunque se desearía que careciese de cierta tendencia á la ópera.
El caballo no habria creido moverse de su lugar, y el pobre animalillo se encontraria por la noche sumamente fatigado, como quien ha hecho una larguísima jornada; comparad ahora el movimiento del caballo con el de esos gigantes de la fábula que para escalar el cielo ponian una montaña sobre otra, y veréis que lo que para el caballo es una larga carrera no será mas para el gigante que un pequeño movimiento de piernas.
Obsérvanse en el arreglo del plan graves defectos; los caracteres apenas pueden sostenerse, y el diálogo es pesado, sin gracia ni animación alguna. Esta obra dramática se escribió probablemente antes que la de Reinar después de morir, de Guevara. La fábula se supone ocurrir en tiempo de Enrique III de Castilla.
Pero el drama, la fábula patética que retrata las grandes conmociones del alma, y pinta los más visibles caracteres de la sociedad, no existía entonces. Se hacían algunas tragedias, obras pálidas y sin vida, porque no eran animadas por la inspiración nacional, ni nuestro pueblo vivía en ellas, ni nuestros héroes tampoco.
Hay una fábula muy antigua que es encantadora, se presta a muchas interpretaciones y se la recomiendo. Narciso se enamoró de su propia imagen; no pudo apartarla de sus ojos; no era posible que llegase a apoderarse de ella y murió víctima de la misma ilusión que le había seducido.
El Rey, enterado de la verdad del suceso, aprueba su acción, y nombra á Peribáñez capitán de los soldados, que se han alistado de orden del comendador. Así termina esta comedia, notable en todos conceptos, origen indudable, en muchos de sus rasgos, de la célebre de Rojas titulada Del Rey abajo ninguno, aunque los fundamentos de la fábula sean en ésta diversos.
Lo que él contaba dista mucho de parecer verdadero; antes bien, lo consideramos como fábula impía y absurda, pero nos parece tan curiosa que no podemos resistir a la tentación de ponerla aquí, en breves palabras, remitiendo a los lectores que quieran saber más sobre ello a un libro escrito no hace mucho tiempo y cuyo título es Dios y su tocayo.
Si bien es verdad que hemos de familiarizarnos con las abstracciones de la razón y con conceptos generales metafísicos, no por eso deja de maravillarnos y de compensar nuestro trabajo, la fuerza creadora que infunde todos los rasgos personales y la vida individual en cosas no reales, no siendo menos sorprendente el arte, que se ostenta en la composición dramática en el terreno de lo sobrenatural, y con personajes alegóricos y simbólicos logra producir una fábula ó acción, estrechamente enlazada en su conjunto, que no sólo mueve nuestro interés, sino que hasta excita y satisface nuestra curiosidad.
Entre sus consejos teóricos dice, que, en cuanto sea posible, se deje á los espectadores en la incertidumbre de cuál será el término de la fábula; pero abusa á veces de esta opinión literaria, y lo dilata tan largo tiempo, que nada se vislumbra de él hasta la última escena, y el nudo no se desata natural, sino forzadamente.
Palabra del Dia
Otros Mirando