Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de mayo de 2025


Iban a proponerle no qué reforma en la Primada y comenzaron diciendo: «Señor: el cabildo opina...» Don Sebastián les interrumpió, hecho un basilisco: «El cabildo no puede opinar nada; el cabildo no tiene sentido común.» Y les volvió la espalda, dejándoles hechos de piedra.

Levantó su bastón y comenzó á dar golpes delante de él, sin mirar á quién alcanzaba, sin acordarse de que podía ser un amigo, con el ansia de hacer daño, con la embriaguez de la sangre. De pronto se sintió detenido en su avance por una espalda que caía contra su pecho. Era un jovenzuelo, desmedrado y débil, con el raquitismo que da el trabajo cuando es superior á las fuerzas de la edad.

La historia de la Iñure me sobreexcitó aún más, y exaltó mi imaginación hasta un grado extremo. De noche me figuraba ver a mi tío en su calabozo, lamentándose, desnudo, con las letras grabadas en la espalda, que se destacaban de un modo terrible. Por esta época, y para que se fijara más en la memoria de mi tío, se celebró su funeral en Lúzaro.

Ya tengo deseos de huir, de esconderme, porque esta curiosidad me desagrada, me hiere; ahí va ese otro... ¡y no me ha saludado! naturalmente, ya lo sabrá, porque estas cosas corren por el telégrafo de la murmuración con rapidez espantosa, y como ya no ha de necesitarme, me vuelve la espalda. ¡Ah, mundo egoísta y canalla! ¡ah! pero, pierdan cuidado, amigos y enemigos, que sois todos unos, y así cambiais de nombre y de actitud según la ocasión nos hemos de ver las caras todavía; para entonces os emplazo, cuando yo me haya rehecho de este golpe y esté otra vez arriba, en la cúspide: yo soy de los hombres que no se quedan nunca en el camino... Pero, ¿llegamos o no llegamos?

El bailarín saltaba y saltaba sin regla alguna, sin otra disciplina que la del ritmo de la música, rebotando sobre el suelo con incansable elasticidad. Unas veces abría los brazos con gesto agresivo de dominador, otras los replegaba sobre la espalda, echando los pies en alto.

Dio un adiós bastante seco a la abuela, nos volvió la espalda a Francisca y a y apenas estuvo política con las otras personas que allí estaban. ¡Uf! murmuró Francisca en cuanto se cerró la puerta después de dar salida a la dulce señorita Bonnetable. ¡Qué solterona!

Moreno Rubio le había prescrito que madrugara, que se pusiera entre pecho y espalda un vaso grande de agua de la fuente Egipcia o de la Salud, y que la paseara después por espacio de dos horas antes de la hora del almuerzo.

Un violento golpe de mar sacudió la proa del navío, y sentí el azote del agua sobre mi espalda. Cerré los ojos y pensé en Dios. En el mismo instante perdí toda sensación, y no supe lo que ocurrió.

Pues, entonces no me cabe duda que te ha dao una bebía compuesta ó bien has olío una rosa hechizá... Bien pudiera suceder también añadió cayendo en una meditación profunda que te hubiera pasao la piedra imán por la espalda; pero esto me parece poco para tanto maleficio... Ó bien que haya hecho el muñeco... Mira, hijo, procura abrir el cofre ó el armario donde guarda la ropa y regístrala bien, y si encuentras un muñeco que tenga clavados unos alfileritos sobre el corazón, deshazlo prontito; hallarás un hueso dentro, sácalo y corre al cementerio y entiérralo.

Las muchachas reían sin motivo, se pellizcaban, tropezaban unas con otras, se amontonaban, y al pasar los grupos de obreros crecía la algazara; había golpes en la espalda, carcajadas de malicia, gritos de mentida indignación, de falso pudor, no por hipocresía, sino como si se tratara de un paso de comedia.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando