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Actualizado: 28 de junio de 2025


Si hubieran tenido buen tiempo, como en los días precedentes, habría sido mucho menor su inquietud, a pesar de hallarse en las cercanías de regiones peligrosísimas, tanto por los escollos y los bancos submarinos de que están sembrados sus mares, como por los pueblos salvajes y caníbales que moran en sus tierras.

En los escollos de esta mar bravía Yo no quiero sin gloria sucumbir; Yo no quiero que llores por un día; No quiero que me llores, Madre mía... ¡No quiero ser así! Y mientras yo responda a tu reclamo, Mientras me juzgue con tu amor feliz, Y ardiendo en este afecto en que me inflamo, Te diga muchas veces que te amo, ¿Te olvidarás de ? ¡Ah, no, dulce recuerdo de mi vida!

Jacobo hablaba bien, y era la más mimada de todas sus vanidades la vanidad de su elocuencia; mas no osó, sin embargo, confiar su discurso a la memoria, y limitóse a leerlo, temeroso de pasar por alto alguno de los habilidosos rodeos con que procuraba sortear los grandes escollos que por todas partes le cerraban el paso.

Estas razones no convencían a Barbarita, que seguía con toda el alma fija en los peligros y escollos de la Babilonia parisiense, porque había oído contar horrores de lo que allí pasaba. Como que estaba infestada la gran ciudad de unas mujeronas muy guapas y elegantes que al pronto parecían duquesas, vestidas con los más bonitos y los más nuevos arreos de la moda.

El transparente mar os muestra un abismo á pico de cien brazas. No confiéis en el áncora; no hay cable que con el frotamiento no se use, acabando por romperse. La ansiedad es extrema en las noches interminables en que la marejada austral os empuja hacia esas cortantes cuchillas. Y, sin embargo, los inocentes fabricadores de escollos tienen una respuesta para las acusaciones que se les dirigen.

Con respecto á la calidad del Puerto de San José, tiene este las grandes ventajas de su excelente fondo para toda clase de embarcaciones, sin obstáculo en su entrada, sin bancos ni escollos en que puedan peligrar los navios; y solo hallo que por su grande extension y anchura será expuesto á los temporales.

Entre dichos escollos debemos caminar siempre, no con la esperanza de no dar jamas en ninguno de ellos, pero con la mira, con el deseo, y la esperanza tambien, de no estrellarnos hasta el punto de perecer.

Mucho antes de ver el círculo polar, una fría niebla pesa sobre el mar, os resfría, os cubre de escarcha. Los cordajes se atiesan: inmovilízanse las velas; la cubierta pónese resbaladiza con el agua-nieve; la maniobra se hace difícil. Apenas se distinguen en tan solemne momento los temibles escollos movibles.

¡Por Cristo! su tartana va a estrellarse contra los escollos exclamó el oficial . Dios es justo, y puesto que sale del canal contra la marea, su pérdida es segura. En efecto, el condenado bordeaba intrépidamente aquel paso, que el furor de las olas debía hacer impracticable.

Dobló su chaqueta sobre la popa y puso entre los pliegues á los dos pigmeos. Luego siguió remando, de pie y con la vista fija en la línea de escollos, para enfilar á tiempo los callejones de espuma hirviente abiertos en ella. El bote se levantó sobre las olas y volvió á caer, tocando varias veces con su quilla los obstáculos invisibles.

Palabra del Dia

rigoleto

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