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Actualizado: 9 de julio de 2025
Al triste de mi padrastro azotaron y pringaron, y a mi madre pusieron pena por justicia, sobre el acostumbrado centenario, que en casa del sobredicho Comendador no entrase, ni al lastimado Zaide en la suya acogiese.
41 Y he aquí un varón, llamado Jairo, y que era príncipe de la sinagoga, vino, y cayendo a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; 42 porque tenía una hija única, como de doce años, y ella se estaba muriendo. Y yendo, le apretaba la multitud.
Era indigno que por tan poca cosa entrase en guerra con la miseria aquel hijo de la Fortuna. Muchos obreros habían notado cierta transformación en la persona y las costumbres del ingeniero director.
Había en su mente, junto a la idea de su derecho al presupuesto, la idea de ciertos deberes ineludibles para con la humanidad cesante y desposeída. Por concluir nuestro panegírico con un hecho concreto de la vida del santo, diremos que una mañana D. Manuel mandó que no entrase nadie. Estaba fatigado.
Bueno sería que entrase esta noche todo el pueblo en casa del señor Juan #Tostado#, o como es su gracia, y viese lo contenido en el tal retablo, y mañana, cuando quisiésemos mostralle al pueblo, no hubiese ánima que le viese: no, señores, no, señores; ante omnia nos han de pagar lo que fuere justo.
En esta perplejidad, D. Valentín entraba y salía; asomaba de vez en cuando la nariz á la alcoba, á ver si le veía Doña Blanca y le decía que entrase, y, sin decidirse á entrar, mientras no alcanzaba la venia, preguntaba á Clara por su madre, ni en voz muy alta para que Doña Blanca se incomodase, ni en voz muy baja para que fuera posible que Doña Blanca le oyese y comprendiese que su marido cuidaba de ella y no era un hombre sin entrañas.
Dios se la quitó de delante con una enfermedad, en que arrepentida de sus culpas y deshaciéndose en lágrimas de contricción y arrepentimiento, sin permitir que jamás entrase su galán en su Rancho, pasó con grande esperanza de su salvación á la otra vida; con que ella difunta, volvió él á su Reducción, donde comenzó nuevas obras y entabló nueva vida, que prosiguió con tanto contento y gozo de su espíritu, que jamás en adelante volvió á los torpes y brutales gustos de la carne.
Hizo prevenir una nave el Adalantado, con 80 soldados, de que nombró por capitan á Hernando de Rivera, mandándole subiese por el rio Paraguay, buscando la nacion de los indios Xarayes, y que entrase la tierra adentro, dos dias y no mas, y volviese á darle cuenta de la provincia, y sus indios.
Firme he de estar qual bien fundada roca, Que en torno el viento y mar combate y hiere: Que sea mi vida mucha, que sea poca Importa poco, solo el que bien muere Puede decir que tuvo larga vida, Y el que mal, una muerte sin medida. Entrase AURELIO, y sale SAAVEDRA y PEDRO ALVAREZ, y SEBASTIAN á su tiempo.
Todos están muy buenos... ¿cómo lo pasa, don Melchor?... ¿y usted, don Ricardo?... Contestaron éstos amablemente y luego de presentarle a Baldomero, dieron orden al cochero que entrase a la caballeriza y reunidos, todos, regresaron a pie en dirección a las casas.
Palabra del Dia
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