Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de mayo de 2025
Quise asegurarme de ello, y al terminar el ensayo, después del admirable trío del quinto acto, subí al piso segundo. Meyerbeer, que deseaba hablar conmigo, me acompañaba. Llegamos al palco, cuya puerta estaba entreabierta, y vimos al desconocido con la cabeza oculta entre las manos.
Esta es obra suya me dijo al mismo tiempo , recientemente impresa por la Real Academia Española después de haberla premiado en público certamen. Titulábase: Ensayo histórico, etimológico y filológico sobre los apellidos castellanos desde el siglo X hasta nuestra edad.
Si señor, me replicaron, el que quiere comedia avisa y toda la gente representa frente á su casa en la que actores, directores, traspuntes y público de categoría cenan después del ensayo. La cosa me pareció muy bien, y como yo componía categoría participé en las noches sucesivas de las doraditas lonchas de lechón asado, víctima irreemplazable en toda reunión india.
¡No! ¡No, Muñoz! exclamó sin atinar con lo que decía. ¡Si no ha venido el cura todavía! Y llamó gritando a Raquel. Muñoz retrocedió asombrado, inquieto. La sintió, como en otros tiempos, protegida por un gran resplandor. ¿Vuelve a despreciarme, ahora? Ella ensayó una explicación. Y dirigiéndose a Raquel que acudía: Te llamé... para que le digas que no debe sorprenderse de algunas rarezas mías.
El ensayo fué bueno, tuve la suerte de no sufrir el mareo haciendo todo el viaje perfectamente bien. Rio Janeiro, capital del imperio del Brasil, es una ciudad de 300,000 almas; magníficamente situada y con una soberbia y pintoresca bahía, una de las mayores del mundo.
Esta tarde tenemos un primer ensayo y es necesario que la dama sepa su papel. Estudio, ya lo veis; no podéis pedirme más. El bufón miró dolorosamente á la joven. En aquel momento entró Casilda. Señora dijo , aquel caballero joven que estuvo aquí ayer acaba de bajar de una carroza y pide veros. ¡Ah! Ya sabía yo que vendría dijo el bufón ; adiós, Dorotea, adiós, y mira lo que haces.
Estas notas, escritas ligeramente de sobremesa, en el paseo, yendo de cacería ó en el mismo coche que le lleva ó le trae del ensayo, forman más de cien grandes legajos; algunas fueron apuntadas hace veinte años.
Llegó Bonis al ensayo oliendo a agua de colonia, risueño y arrogante hasta el punto que él podía serlo. Gran algazara había en el escenario. Serafina, radiante, se lo perdonaba con una interjección o una inclinación de cabeza, y cargaba con la responsabilidad.
El de Castellar, acompañado de todos los funcionarios y gente notable de Lima, presenció al fin, un ensayo, y quedó convencido de que eran nulas las ventajas, y soñadas las utilidades del nuevo sistema que a tantos había alucinado; pero quedó memoria bien risible por cierto del entusiasmo y fiestas con que fué acogido.
He aquí la razón de que este primer ensayo de una historia del teatro español, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, tenga derecho á una crítica indulgente. Cuando resolví llenar este importante vacío en la historia de la literatura, no desconocí las graves dificultades que se oponían á mi proyecto, ni acaricié la necia ilusión de vencerlas con mis débiles fuerzas.
Palabra del Dia
Otros Mirando