Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 22 de julio de 2025


Había sobre la cómoda una bujía en su palmatoria, y me apresuré a encenderla con una cerilla de mi fosforera.

Quedaban fríos hasta la mañana siguiente los hornillos de la cocina. No había más resplandor que el de la lumbre de la bitácora; y al encenderla, el paje de guardia decía, según costumbre: «Amén y Dios nos buenas noches; buen viaje, buen pasaje haga la nao, señor capitán y maestre y buena compaña».

Muy sensible al frío, se acercaba con frecuencia a la lumbre, la observaba con fijeza, arrojando en medio de las ascuas su mirada, como si quisiera encenderla en ellas, y no se movía hasta que, inflamándose su cara con los rojos reflejos, llegaba a un grado de irritación insoportable. Entonces se retiraba, conservando en su pupila la imagen de las brasas deslumbradoras.

Entretanto, había obscurecido ya; se encendió luz, y el comedor apareció tan pobre, tan frío y desmantelado, que más hubiera valido no encenderla: la calva de don Pablo Aquiles, sentado delante de la apagada chimenea, resplandeció como bruñida patena, y las frutas, aves y peces de los cromos que adornaban las paredes, se animaron con la crudeza de sus colorines.

«¡Qué miserable soy en estas horas de desaliento! ¡Qué infamias estoy pensando!...». Se ahogaba en el balcón. Quiso bajar a la huerta, al Parque; sin pedir luz ni encenderla, alumbrada por la luna, atravesó algunas habitaciones buscando la escalera del parterre; pero al pasar cerca del despacho de Quintanar, cambió de propósito y se dijo: «Entraré ahí; ese debe de tener fósforos sobre la mesa.

El rostro trigueño no volvió a inclinarse hacia su lado en todo el tiempo que duró la misa. En cambio, Andrés, por una especie de atracción magnética, apenas pudo quitarle ojo. Al mudar el misal para leer el Evangelio, la joven se levantó, tomó un hacha de cera que tenía delante, colocada sobre unos palitroques, y fue a encenderla en uno de los dos cirios que ardían al pie de la verja del altar.

11 Cuando sus ramas se secaren, serán quebradas, mujeres vendrán a encenderla; porque aquél no es pueblo de entendimiento. Por tanto su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó. 12 Y acontecerá en aquel día, que herirá el SE

Desde el momento de encenderla entraban los pajes á velarla con la ampolleta, cantando: La guarda es tomada; La ampolleta muele; Buen viaje haremos Si Dios quisiere. «Es obligación de los pajes, decían las instrucciones, á boca de noche traer en una lanterna lumbre á la bitácora para que el timonero y piloto vean la aguja de marear.

No quería gastar los fósforos en intentar encender hierbas demasiado húmedas, y fui cortando las zarzas y los hierbajos más secos con el cortaplumas, y los puse en una concavidad de la roca resguardada del viento. Esperé a que saliera el sol y secara un poco la maleza cortada. Intenté encenderla sin papel; no pude. Me registré los bolsillos. Guardaba unas cuantas cartas de Mary.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando