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Actualizado: 3 de junio de 2025


Había sido una determinación juiciosa. Pero ¿qué haría ahora que traído a su lado por la fuerza de los acontecimientos se vería mezclado de nuevo en su vida y sería testigo de las efusiones entre ella y su novio? Ante esta última suposición, María Teresa se sintió conmovida por una gran piedad. Por nada del mundo consentiría en afligir con tal espectáculo a este amigo que sufría por amarla.

Las mujeres en general, en su necesidad de conceder tiernas demostraciones, aprovechan presto la ocasión de otorgarlas a algo o a alguien; así, pues, Marcela no tardó en atraer sobre su monísima figura las cariñosas efusiones de que tan pródigo es el sexo bello; únicamente entre los habitantes del castillo, la señorita de Sardonne mostró hacia la criatura lejanía e indiferencia, dirigiéndole como al paso breves palabras, en tono brusco, distraído, casi enojado, sin que tuviera con el padre durante las reanudadas lecciones de acuarela ni una frase cariñosa para la niña: el mismo angelito sentía esa especie de menosprecio, pareciendo tener miedo a la bella desdeñosa.

Fuimos á continuar en el salón nuestras simpáticas efusiones, olvidando la señora de Laroque, cada vez más, el tono de benévola protección, que hasta entonces me había chocado en su conversación particular conmigo. Me confesó, que el demonio del teatro la atormentaba en alto grado, y que meditaba hacer representar comedias en el castillo. Me pidió consejos sobre la organización de esta diversión.

No preguntaba si me era permitido ofrecerme, me daba sin reservas con efusiones en las cuales ponía cuanto en había de sinceridad inteligente, lo mejor de mi ser moral, sobre todo lo más inflamable.

La luz de la luna, que se alzaba iluminando el paseo de las Filas y el mar, la hora y la temperatura envidiable de una noche de verano, incitaban a amantes efusiones, o siquiera a galanteos, y hasta el ruido de la concurrencia se brindaba a ser cómplice de tiernas palabras pronunciadas a media voz; así lo comprendía Baltasar, que acompañaba a las muchachas, inamovible al lado de Josefina, y haciendo, sin escrúpulo, que sus hermanas llevasen la cesta.

El boarding-house inglés es un pequeño museo de figuras de cera, un número del Punch, un breve repertorio de caricaturas, ya que los britanos, casi sin excepción, condúcense socialmente con fría y cómica simplicidad y rehuyen efusiones e intimidades. La pensión suiza, una cantina de estación; todos están de paso y ausentes entre .

La joven, asustada por aquellas efusiones, y por el tono ardiente de la voz, apartó la cabeza y murmuró: Pero, ¿quién sois, entonces? ¿Quién soy? ¿Quién soy?... repitió la viuda casi loca y con una vehemente imprudencia . ¿Quién soy?... El secreto de mi amor, de mi vida. Yo soy tu... ¡Oh! ¡Dios mío! ¡qué locura iba a hacer! Y retrocedió temblando.

Y devorábamos el espacio alegremente. Tenía entonces momentos de alegría juvenil, entusiasmos, ideas caprichosas, efusiones de sentimientos que encantaban mi joven corazón, y de los que habría querido llevar alguna parte, á mi pobre madre olvidada en su triste rincón. Entonces comencé á amar á mi padre, y mi ternura hacia él se acrecentó hasta una verdadera admiración, cuando pude verle en todas las solemnidades de la vida mundana, cazas, carreras, bailes y comidas, manifestar las cualidades simpáticas de su brillante naturaleza. Diestro jinete, conversador deslumbrante, excelente jugador, corazón intrépido y mano abierta, yo le miraba como un tipo acabado de la gracia viril y de la nobleza caballeresca.

Palabra del Dia

rigoleto

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