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Actualizado: 23 de mayo de 2025
CAP. XIX. De como nos apartaron los Indios. Quando fueron cumplidos los seis Meses, que Yo estuve con los Christianos, esperando
Garabato acogía con resignación estas amenazas, pero se vengaba de ellas encerrándose en un silencio de hombre superior, contestando con encogimientos de hombros a la alegría del maestro cuando éste, al volver de la plaza en una tarde feliz, preguntaba con satisfacción infantil: ¿Qué te ha paresío? ¿Verdá que estuve güeno? De la camaradería juvenil guardaba el privilegio de tutear al amo.
Y por este motivo tuve que mantenerme en aquel parage hasta la resulta de mi órden. Dia 20. Todo este dia estuve esperando la gente y caballos que tenia pedidos; hasta que viendo no parecia ni lo uno ni lo otro, egecuté lo que expresa el dia siguiente. Dia 21.
Sin recibir una sola carta de Europa, sin escribir, sin leer un solo periódico europeo, estuve viajando por Oriente durante cuatro años, vistiendo, comiendo y viviendo como los naturales del país en que me encontraba, y permaneciendo en un lugar hasta que me cansaba de él. Y hubiera andado errante, sabe Dios cuanto tiempo, si no me hubiera quedado solo.
Abierta la puerta, estuve á punto de ser volteado por Mervyn que se precipitó por entre mis piernas, y vi á la señorita Margarita que se ocupaba en atar las riendas de su caballo á las barras de un cercado. Buenos días, señor me dijo sin mostrar la menor sorpresa por hallarme allí. Luego, levantando en su brazo los largos pliegues de su saya talar, entró en el jardín.
El hecho es que, habiéndose resuelto desde que estuve en la Granja todas las dificultades que se oponían a nuestro matrimonio, haya aplazado yo varias veces desde aquella época un suceso tan lisonjero para mí.
Tú has reconocido á Lea en Jenny Hawkins; también Tragomer la reconoció; pero yo estuve engañado más tiempo que vosotros y solamente al fin de mi viaje, cuando Tragomer me encontró en San Francisco, logré descubrir la identidad de la cantante. Pero he sido engañado como vosotros...
Iré todas las noches.... Vete tranquilo.... Anoche estuve con tu tía y estaba muy contenta. Y tomé el camino de la hacienda. El corazón me iba diciendo que tía Carmen no viviría mucho.... ¡Siete años de enfermedad! ¡Ya era tiempo!... No me atreví a pedir licencia para ir a Villaverde, aunque las noticias recibidas esa tarde no eran buenas. Tía Carmen había tenido calentura muy ligera.
Luego cortaban éstas é inclinaban el árbol, haciéndole caer en una carreta de bueyes, que emprendía lentamente su marcha á lo largo de la ribera, necesitando toda una jornada para llevar su carga hasta la Presa. Un trabajo largo y difícil siguió diciendo Moreno . Ayer estuve allá para verlo todo por mis ojos, y crea usted que la gente gana bien su plata.
-Calla, Sancho -dijo Ricote-, que las ínsulas están allá dentro de la mar; que no hay ínsulas en la tierra firme. ¿Cómo no? -replicó Sancho-. Dígote, Ricote amigo, que esta mañana me partí della, y ayer estuve en ella gobernando a mi placer, como un sagitario; pero, con todo eso, la he dejado, por parecerme oficio peligroso el de los gobernadores.
Palabra del Dia
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