Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de mayo de 2025


En el piso superior se conservan otros arcos mas pequeños y una puertecilla de dintel trebolado en muro macizo y denegrido. Lleva este edificio el nombre de casa de las Campanas. Las niñas que allí aprenden la costura y la doctrina cristiana, familiarizadas con la belleza de aquellos arcos y columnas, no comprenderán tu ansiosa curiosidad, y clavarán en como admiradas sus negros ojos.

Era una de esas portadas enfáticas y señoriles, tan comunes en Avila de los Caballeros. Formaban el dintel inmensas dovelas de un solo trozo, abiertas en semicírculo y encuadradas por gótica moldura rectangular.

El dintel es árabe, de dovelas rojas y blancas: las rojas de mosáico de ladrillo á manera de alicatado; las blancas con labores de estuco realzadas formando flores bizantinas.

Un San Cristóbal gigantesco, mal trazado y de peor color que dibujo, guardaba la puerta de entrada, en cuyo dintel dormitaba con la mayor vigilancia un familiar dispuesto a troncharse el espinazo cada vez que Su Ilustrísima pasaba por allí.

Lleva sobre el dintel de su puerta un arco apuntado de varias molduras con una ancha y hermosa cenefa de hojas y animales. Sobre el arco apuntado un conopio, y bajo el tope de este encaramados dos gimios, como en actitud de ir á saltar sobre el que los mira. Es la iglesia del convento de Sta. Marta.

Ella tocó casi el dintel de la habitación, y en aquel momento las dos hojas de la puertecilla se plegaron rápidas como por infernal conjuro y se corrió un pesado cerrojo, cerrándolas en firme, al son de una implacable risa de mujer.... Había llegado Andrés a la casona aquella mañana, desarrapado y sucio, borracho y rendido de fatiga en los bárbaros azares de sus aventuras.

7 Y tomarán de la sangre, y pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. 9 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos. 10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que habrá de quedar hasta la mañana, habéis de quemarlo en el fuego.

La puerta giró pausadamente sobre sus goznes y apareció la silueta del viejo, débilmente esclarecida por la luz de la lamparilla que ardía sobre el dintel. Pase usted, señor excusador dijo sin percibir a la dama, que se había ocultado detrás de éste.

Don Fadrique echaba á volar su imaginación con vuelo siniestro. Hacía las suposiciones más extrañas y dolorosas. ¿Qué habrá sucedido? se preguntaba. Á las ocho de la noche, por último, el Comendador vió aparecer al P. Jacinto bajo el dintel de la puerta de su cuarto. Al verle, le dió un vuelco el corazón. El padre traía la cara más grave y melancólica que había tenido en su vida.

Entonces, es mejor que se economice esa molestia, señor exclamó una voz de hombre vulgar y sin ninguna educación, que al oírla me sobresaltó y, al darme vuelta rápidamente, vi que la puerta se había abierto sin ruido, y en el dintel, contemplándonos con aparente satisfacción, estaba de pie el hombre que se interponía entre mi bien amado y yo: ¡el campesino rústico y brutal que la reclamaba con el derecho de darle el nombre sagrado de esposa!

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando