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Actualizado: 1 de julio de 2025
Los hay que valen más que una persona. Y hablaba de Lobito, un toro viejo, un cabestro, asegurando que no lo vendería aunque le diesen por él Sevilla entera con su Giralda.
Hay gentes a quienes la manía de ser grandes les hace descender a pequeñeces que uno creería con trabajo si ellas mismas no diesen todos los días ocasión de presenciarlas. En cuanto a mí, esto me causa una indignación tan violenta, que no soy dueño de contenerla y que me obliga absolutamente a demostrarla cuando me tropiezo con una de esas personas.
Rafael permaneció inmóvil largo rato, alejándose al fin, cuando dejó de percibir en sus labios la impresión de la mano de María de la Luz. Transcurrió aún mucho tiempo antes de que los habitantes de Marchamalo diesen señales de vida. Los mastines ladraron dando saltos, cuando el capataz abrió la puerta de la casa de los lagares.
No son estas burlas para dos veces. Por Dios que así me quede en éste, ni admita otro gobierno, aunque me le diesen entre dos platos, como volar al cielo sin alas. Yo soy del linaje de los Panzas, que todos son testarudos, y si una vez dicen nones, nones han de ser, aunque sean pares, a pesar de todo el mundo.
Todos estos Capitanes se señalaron esta jornada como buenos soldados en todo lo que se les encomendó. Este mesmo día esperábamos que diesen asalto al fuerte, porque estaban los turcos en arma con demostración de querer arremeter.
Nada tenemos que hacer ya aquí dijo el tío Manolillo. Yo lo sospechaba, pero no había creído que se diesen tanta prisa. ¿Y no haber muerto ese infame de don Rodrigo? ¿tenía acaso las manos de lana el bastardo de Osuna? Pues no, cuando su padre daba un golpe no le daba en vano. Desengañáos, desengañáos, hermano Manolillo dijo Quevedo : hay hombres que tienen siete vidas como los gatos.
El rey Don Jaime para cumplimiento de su promesa, envió su embajada á la república de Génova, significando el sentimiento grande que habia tenido de la prision de Berenguer, uno de sus mayores y mas principales vasallos; y que esto habia sido contravenir á los tratados de paz, si con sabiduría de la señoria se hubiese ejecutado; que les pedia pusiesen en libertad á Berenguer, y le diesen satisfaccion del daño que habia recibido, porque de otra manera no podia dejar de hacer alguna demostracion.
Tenía visiones divinas, como la de Jamaica, en la que le habló Dios en persona, y al mismo tiempo afirmaba: «El oro es excelentísimo, y con él, quien lo tiene, hace cuanto quiere en el mundo; tal es su poder que echa las almas al Paraíso». Emprendía sus viajes en nombre de la Santísima Trinidad, afirmando que su obra era «lumbre del Espíritu Santo», pues lo enviaba a la India para que esparciese el Evangelio y salvase las almas, y luego proponía la venta de indígenas hasta que diesen una renta de cuarenta millones anuales.
A media noche, los señores, al salir del casino, encontraban mujeres arrebujadas en raídos mantones o con la falda a la cabeza, que les tendían la mano. Señor, que no comemos.... Señor, que nos mata la jambre... Tengo tres churumbeles, y mi marío, con esto de la juelga, no trae pan a casa. Los señores reían, apresurando el paso. Que les diesen pon Salvatierra y los otros predicadores.
¿Se atrevería la autoridad a tomar una medida represiva?». ¡Y si fuera eso lo peor! decía el Arcediano. Y entonces comenzaba el segundo capítulo de la murmuración. «Lo peor era que, con razón o sin ella, pero no sin que las apariencias diesen motivo para las hablillas, se decía que el Magistral quería seducir, y en camino estaba, nada menos que a la Regenta».
Palabra del Dia
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