Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
Se dejó caer en el rincón de un sofá y miró a la puerta, pues esperaba, en sus adentros, que Olga hubiera visto su coche a la entrada, y bajara para tenderle la mano. No tardó en impacientarse. ¿Y si Olga había ido a la granja? Pero no; ella sabía que él debía venir para hablar con sus padres. Por fin se decidió: «Voy a ir a llamar a su puerta,» y se levantó.
Paco insistió, sin embargo, con tal brío, hablando de lo importante, urgente y sagrado del asunto que le traía a hablar con el Conde, que el criado, que dió la casualidad de que era su ayuda de cámara, se decidió al fin a llamar al Conde.
La confianza que inspiraba al doctor Petroz el célebre Cotugno, le decidió á esperimentarle en sí mismo y en otras personas, pasando despues á emplearle en varias enfermedades. Los efectos terapéuticos no han confirmado completamente las esperanzas que se abrigaban, especialmente como antiepiléptico.
Hasta creí que se burlaba, aun cuando su fisonomía no indicara ninguna disposición á la jovialidad. Sea lo que sea, broma ó no, fué tomada muy á lo serio por su madre y se decidió con entusiasmo á dejar á aquel idilio su inocencia y sus pies desnudos.
Un poco más abajo volvió a detenerse. La puerta de un corral estaba de par en par. En medio había un pozo y una pila de piedra rebosando agua. El perro no vio a nadie y se decidió a entrar, pero al mismo tiempo salió un hombre de la cuadra con un garrote en la mano. El hombre, que sin duda tenía poco desarrollado el órgano de la caridad, se fué hacia el perro con el garrote levantado.
¡Ah! exclamó la devota. ¡Cómo se pervierte la juventud del día! Porque un joven como ese, que parece tener buenos instintos ... ¿No? Sí contestó la otra sin levantar la cabeza. ¿Usted no le conocía antes? Clara, que quería guardar la más absoluta reserva, se decidió á decir una mentira.
Cuando la tropa francesa de línea retrocedió por tercera vez, extenuada de hambre, de sed y de cansancio; cuando los soldados que no habían sido heridos se arrojaban al suelo maldiciendo la guerra, negándose a batirse, insultando a los oficiales que les llevaran a tan terrible situación, el General en Jefe reunió la plana mayor, y expuesto en breve consejo el estado de las cosas, se decidió intentar un último ataque con los marinos de la guardia imperial, aún intactos, poniéndose a la cabeza todos los generales.
Al acariciar la vidriera advirtió que el vidrio estaba encerrado en un armazón de plomo. Entonces decidió arrancarlo con las manos, y tan valerosamente emprendió la tarea que acabó por conducirla a buen término.
Para conservar en sociedad este original la prepotencia a que lo habituaron en familia, decidió buscar una actitud, un algo que lo distinguiera de los demás mortales, y a falta de otros méritos, nada encontró mejor que admirar o, más bien, según su lenguaje, espantar a sus contemporáneos, haciendo los más cínicos alardes de la más necia perversidad.
Sí que ha traído, señor Delaberge respondió el Príncipe que, al fin, se decidió a abandonar los umbrales de la puerta. Hay un telegrama para usted. Con tardo paso, se dirigió hacia una pequeña vitrina, fijada en la pared y en la cual se guardaban las cartas que llegaban dirigidas a los viajeros. Abrióla y entregó a su huésped un pequeño pliego.
Palabra del Dia
Otros Mirando