Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de junio de 2025
Guiñaba los ojos maliciosamente y reía como un fauno viejo, dándole con el codo a Rafael, que le escuchaba absorto. ¿Pero se queda aquí? preguntó el joven. ¿Acostumbrada a correr el mundo, le gusta este rincón? Nada se sabe de eso contestó don Andrés; ni el mismo Cupido pudo averiguarlo. Estará hasta que se canse. Y para aburrirse menos se ha traído la casa encima como el caracol.
Allega á San Vicente, dó Cupido Desembraza cruel su flecha dira, Y hácele quedar preso y rendido Al rostro angelical de Doña Elvira. Quien indios y españoles ha vencido, Vencido y muerto queda, porque mira. ¡Y piensas tú, Cupido, no lo fueras, Mirando á Doña Elvira de Contreras!
Dichoso aquel a quien llaman las mujeres calavera, porque el bello sexo gusta sobremanera de toda especie de fama; es preciso conocerle, fijarle, probar a sentarle, es una obra de caridad. El calavera de buen tono es, pues, el adorno primero del siglo, el que anima un círculo, el cupido de las damas, l'enfant gâté de la sociedad y de las hermosas.
El rostro es vulgar, aviesa la mirada, la musculatura recia, pero no hay en toda su persona rasgo ni línea que revele carácter sobrehumano, ni siquiera heroico. Creen unos biógrafos de Velázquez, que la Venus del espejo, es el mismo cuadro de Psiquis y Cupido, que se sabe hizo para el Salón de los espejos: otros dicen que es una obra distinta.
Y pues que hemos salido del templo de Cupido por esta imprevista puerta de escape del interés, aprovechemos la coyuntura para manifestar que la provincia de Granada es la tierra de los casamientos desiguales, ó sea de los enlaces amorosos entre pobres y ricas, y ricos y pobretonas.
Si estuviera aquí mucho tiempo, acabaríamos por reñir y pegarnos. En el fondo odio a los hombres; he sido siempre su más terrible enemiga. Oyeron a sus espaldas el roce de la bata que arrastraba Cupido con grotescos contoneos: se aproximaba al balcón con doña Pepita para contemplar el amanecer.
Los autos contenidos en este volumen, hoy muy raro, son: El villano en su rincón, El hospital de locos, Los cautivos libres, El phénix de amor, La amistad en el peligro, Psiquis y Cupido, El hombre enamorado, Las ferias del alma, El peregrino, La serrana de Plasencia, El hijo pródigo, El árbol de la vida. Las dos comedias se titulan, El nacimiento de la mejor y El Angel de la guarda.
La otra es la Ocasion, si estas dos vienen Y con tu Aurelio tienen estrecheza, Verás á su braveza derribada Y en blandura trocada, y con sosiego Regalarse en el fuego de Cupido. Pues esas dos te pido que me invies, Y que no te desvies desta impresa. Tu mandado haré con toda priesa. Vanse. Salen AURELIO y SILVIA.
Sin otra preocupación que la salud y los actos de Rafael, y ayudada por el chismorreo de una ciudad curiosa, nada hacía su hijo que no lo supiera a las pocas horas. Hasta tenía noticias, por una indiscreción de Cupido, de aquel arriesgado viaje de noche y a través de los peligros de la inundación, para ir a presentarse a la cómica, como ella decía con rabioso acento de desprecio.
Tía María, ¿quién piensa en amores? respondió don Modesto, en cuya calma y tranquila existencia no se había realizado el eterno, clásico, pero invariable axioma de la inseparable alianza de Marte y Cupido . ¿Quién piensa en amores repitió don Modesto en el mismo tono en que hubiese dicho: ¿quién piensa en jugar a la billarda o en remontar un pandero?
Palabra del Dia
Otros Mirando