Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de mayo de 2025
Uno de los cubos almenados erguíase en el fondo del huerto, y su defensa había correspondido siempre a los Aguilas. El hidalgo residía breve parte del año en el solar; la corte le atraía con imán poderoso.
Atravesamos ahora la gran cordillera y nos suspendemos, no lejos de la confluencia del Guadamatilla con el Zuja, sobre un llano donde descuella una poblacion que tiene al norte un cerro ceñido por un arroyo, y en él los restos de uno de los mas soberbios alcázares de la España del siglo XV. Es Belalcázar, nombre dado por el fundador de aquella insigne fortaleza D. Gutierre de Sotomayor, maestre de la órden de Alcántara, á quien hizo merced de la poblacion el rey D. Juan II. No habia en toda la tierra aledaña alcázar de mas estupenda estructura: mil varas de estension ocupa todavía su muro de cantería, el cual formaba un gran cuadrilátero fortalecido con veinticuatro cubos y defendida por un castillo con ocho torres y un foso de treinta piés de anchura.
Las torres y contrafuertes del templo fingían majestuosa visión entre el cendal de la aurora; y, a uno y otro lado, los cubos de la muralla se alejaban, solemnes y espectrales, cada vez más vaporosos, hasta desaparecer por completo. El canónigo sintió, como nunca, la evocación legendaria de las almenas. Galaor, Esplandián, Amadís, Lanzarote... desfilaron.
Vamos a hacer un trato. Si yo no puedo hacer lo que tú hagas, yo seré criado tuyo; si tú no puedes hacer lo que haga yo, tú serás mi criado. Trato hecho dijo el gigante; me gustaría tener de criado un hombre como tú, porque me cansa pensar, y tú tienes cabeza para dos. Vaya, pues; ahí están mis dos cubos: ve a traerme el agua para la comida.
Todos los objetos inanimados parecían adquirir una vida fantástica. Los cazos de cinc de los soldados, las piezas metálicas de su equipo, los cubos de la artillería, repiqueteaban solos, como si recibiesen una granizada impalpable.
Vimos con alegría que desde el pueblo venían corriendo algunos hombres con cubos; pero al punto se nos dijo que aquella agua no era para nosotros: era para otros sedientos cuyas bocas necesitaban refrescarse antes que las nuestras si el combate había de tener buen éxito; era para los cañones.
Sorprendidos los campesinos por la invasión de aquel azote nunca visto, arrojaban las regaderas, llamaban a sus vecinos, reclamaban el auxilio de los guardias rurales, exigían que les indemnizasen los daños y perjuicios, y lanzábanse en persecución de los cazadores. ¡Victoria! ¡el gato ya está preso! Hase arrojado a un pozo. ¡Cubos! ¡cuerdas! ¡escalas!
La construcción duró un siglo. El exterior tiene algo de fortaleza; y, en efecto, á esta Catedral se dió el nombre de la Fuerte. Las bóvedas, cubiertas por fuera de escamas; los muros, coronados de almenas, y los cubos de sus ángulos, revestidos con capacetes escamados también, hicieron decir que parecía un guerrero armado de todas armas.
Sólo entonces se convenció de que estaba herido. Sus ojos perdieron la limpieza de su visión. Contempló doble la torre, luego triple, después toda una cortina de cubos de piedra que se extendía por la costa hundiéndose mar adentro. Esparcióse un gusto acre por su paladar y sus labios.
A un lado del gran espacio completamente libre vió Gillespie un grupo de hombres que iba descargando de cinco carretas varios cubos llenos de una materia blanca, así como ciertos aparatos misteriosos envueltos en fundas y una gran tela arrollada lo mismo que un toldo. Debía ser el primer grupo de barberos que entraba á prestar sus servicios.
Palabra del Dia
Otros Mirando