Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 4 de junio de 2025


Contrastaba su indisputable aire de gran señor con su traje abandonado y hasta sucio, y dábale todo ello el aspecto de un anciano monarca disfrazado de tendero. Hallábase sentado ante una gran botella de ginebra, que despachaba poco a poco en una inmensa copa de cristal, echando de cuando en cuando algunos terrones de azúcar.

La novia del Saleri cantó, acompañada por Primo, un jaleo o canto gitano, que tampoco fue de mi gusto. El conde permanecía grave, silencioso, apurando con sosiego las cañas que le vertían, respondiendo a las preguntas con exquisita cortesía, cual si se hallase en una recepción palaciega. Su actitud, correcta, contrastaba con los modales descompuestos, rufianescos, de los amigos.

Hizo un esfuerzo y le miró a la cara con fijeza. No; algunas canas en la barba... y el aspecto un poco fatigado. El temblor de su voz contrastaba con la aparente indiferencia que quiso dar a sus palabras.

Pero el poeta, un día que iba a ver a su prometida, divisó un escarabajo y, tomándolo por mal augurio, renunció a su pintoresco enlace. Con todas estas noticias, conociendo su labor poética, sus inquietudes filosóficas y su fértil imaginación, que contrastaba con su vida de bohemio menesteroso, este soneto epitafio tiene un gran interés de emoción: SONETO EPITAFIO

Era un muchacho, pronto á ruborizarse cuando le obligaban á contar sus actos en la guerra. Despojado de su uniforme y sus insignias honoríficas hubiese parecido un pobre dependiente de comercio, resignado con su modestia é incapaz de salir de ella. Su aspecto contrastaba con las hazañas que al fin se decidía á confesar en fuerza de preguntas.

¡Bah! respondió Carmen todas nosotras somos lo mismo, aunque no queramos confesarlo... Vivimos de soñar en el amor. Y la actitud seria y el tono reflexivo de sus palabras, contrastaba con la apariencia de criatura de quince años que ella tenía. Lástima dijo Zoraida que Julio no haya oído las historias de abuelita, él que sólo se interesa por las cosas ideales.

Sintió necesidad de ver de lejos las ventanas del estudio, como si esto pudiese proporcionarle noticias. Y para justificar ante su propia conciencia una exploración que contrastaba con sus propósitos de olvido, se acordó de que su carpintero habitaba en dicha calle. Vamos á ver á Roberto. Hace una semana que me prometió venir.

Un solo empleado trabajaba: un hombre de edad incierta, con cara pueril y bigote recortado. Su gesto obsequioso y sonriente contrastaba con su mirada fugitiva; una mirada de alarma y desconfianza. Al ver á Freya se levantó de su asiento. Esta le saludó llamándole Karl, y pasó adelante, como si fuese un simple portero.

No hay duda que así, varonilmente desaliñado, húmeda la piel de transpiración ligera, terciada la escopeta al hombro, era un cacho de buen mozo el marqués; y sin embargo, despedía su arrogante persona cierto tufillo bravío y montaraz, y lo duro de su mirada contrastaba con lo afable y llano de su acogida. El capellán, muy respetuoso, se deshacía en explicaciones.

Sólo por su juventud, pues no contaría más de veinte años, merecía el marquesito este diminutivo que todo el mundo le aplicaba. Por lo demás era un muchacho corpulento, rubio como el oro y con una expresión infantil en el rostro que contrastaba con la apariencia atlética de su musculatura. Los modales correspondían a aquella expresión: parecía un niño grande.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando