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Después del almuerzo sigue un camino que asciende por la montaña formando ángulos; ve un muro de piedra, pasa una puerta, contempla un instante un monumento rematado por un gallo enorme. Toledo se descubre. ¡Paz á los héroes! Luego señala la entrada de la fúnebre construcción. El pobre Martínez está ahí.

En ninguna parte penetró en mi corazón más dulce sensación de paz. Pero también es inmensa alegría la de alcanzar una alta cumbre que domine un horizonte de picos, de valles y de llanuras. ¡Con qué voluptuosidad, con qué arrebato de los sentidos se contempla en su conjunto el edificio cuyo remate se ocupa!

Isidora vestía una bata azul de corte elegantísimo. Acababa de peinarse y su cabeza era una maravilla. Nadie que la viese, sin saber quién era, podría dudar que pertenecía a la clase más elevada de la sociedad. Contemplola D. José, más que con amor, con veneración, con fanatismo, como el salvaje contempla el fetiche, y poco faltó para que se la hincara delante.

Las más serias descripciones sólo nos dan rasgos vagos y generales, y muy poco de lo que constituye la parte original de cada tempestad, de lo que la individualiza como resultante imprevisto de mil circunstancias obscuras, imposibles de desembrollar. El observador colocado en sitio seguro y que contempla desde la playa, ve indudablemente más claro, puesto que nada tiene que temer por su persona.

¡Triste resultado después de tantos esfuerzos! El Universo entero se le aparecía como una sombra fugitiva que se desvanece con el sujeto que lo contempla.

Llega un momento, al fin, en que aterrados los nazarenos en desórden cejan, y al revolverse Ataide, con asombro ve que el Rey admirado le contempla.

Quando se para porque no conoce ni distingue bien su objeto en todas sus circunstancias, este acto se llama suspension de juicio: quando contempla sus objetos, deteniéndose en exâminarlos, atencion: quando juzga sobre ellos si son exâctos, ordenados, verdaderos, &c. reflexîon: si despues de reflexîonados se asegura de sus propias determinaciones, se llama conciencia.

Martín contempla por un instante su rostro abotagado; después murmura dulcemente: ¡Que Dios te acompañe! Y deja caer pesadamente su frente sobre la mesa. Muy pronto continúa el hermano.

Pensaba en sus dulces desdenes, recapacitaba sobre ellos, hacía doloroso examen de conciencia y miraba y cataba la herida de su corazón, como un enfermo contempla con amargo deleite la llaga o el cáncer que le lastima y en el que prevé la causa de su muerte. Toda la vida había sido don Paco el hombre más positivo y menos romántico que puede imaginarse.

Excepto la estacion del ferrocarril, que hace pensar en lo porvenir, todo lo demas incita á dejar vagar el espíritu en la region de lo pasado. Si, subiendo á la alta torre que domina el gran patio de la mezquita-catedral, se contempla toda la ciudad y sus campos vecinos, el espectáculo es bello pero triste. Cada objeto es una evocacion.