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Actualizado: 29 de junio de 2025


Antero era un joven de carácter franco y fisonomía simpática, locuaz, ilustrado, arrogante. Se había recibido de licenciado en Derecho hacía pocos años. No diremos que se creyese un genio, pero estaba seguro de que podía competir con los jóvenes más distinguidos de la provincia. En cuanto á su valle natal, ningún otro osaba hablar de política y literatura delante de él.

Además, para vestir a Julia con elegancia, para proporcionarle una educación brillante, no le dolía gastar todo su caudal, ni aun sacrificar sus propias comodidades. Mientras estuvo en Sevilla pudo competir en vestidos y sombreros con las hijas de las familias más aristocráticas. A esto se debía, por supuesto, la gran merma que sobrevino en la hacienda que el brigadier la había dejado.

Su estatura regular es de cinco piés y dos y media pulgadas; son por lo general de arrogante presencia, tanto los hombres como las mugeres; hay muchachas de diez y seis á diez y siete años que pueden competir con los varones en robustez y bizarría. La estatura ordinaria de las mugeres es de cinco piés, muy superior por consiguiente á la proporcion que debieran guardar con los hombres.

Su edad no se sabía, ni en parte alguna constaba, pues se había quemado el archivo de la iglesia de Algeciras donde le bautizaron. Poseía el raro privilegio físico de una conservación que pudiera competir con la de las momias de Egipto, y que no alteraban contratiempos ni privaciones. Su cabello se conservaba negro y abundante; la barba, no; pero con un poco de betún casi armonizaban una con otro.

Á más de las anteriores construcciones, es digno de citarse el tribunal, que puede competir con los mejores de su clase, y en el que el transeunte encuentra todo género de auxilios, que proporciona un mayordomo mediante los precios de tarifa que están expuestos al público.

Ninguno de nosotros tiene la presunción de competir con él en celo ni en sabiduría manifestó D. Joaquín, viniendo en socorro de su amigo, con una risita venenosa que haría saltar una piedra. En sabiduría puede que tenga usted razón, D. Joaquín replicó vivamente Obdulia; pero en celo, me parece que está usted en un error.

Está á la altura de las mejores obras de su clase escritas en otras lenguas, ventajosamente puede competir con todas, y es la mejor que en su género se ha publicado en castellano. =Mapas Mudos de Cornell.= Juego de 13 Mapas Mudos, con los Lugares marcados con números en vez de sus nombres. Precio, $15.00. No. 1. No. 2. LA AM

Bien puede ponerse en duda que haya habido jamás clase media bastante ilustrada para competir en tino, al proteger la poesía y las demás letras humanas, con Pericles, Augusto, Mecenas, Bembo, Leon Décimo, Lorenzo el Magnífico, Luis XIV de Francia y el Duque de Weimar.

Hacia 1732 el rosario del Sagrario empezó á competir en lucimiento con las demás, y en 1735 comenzaron á salir de Santa Cruz los formados por mujeres, según las noticias de Enrique Andrade, teniendo también aquel año principio, para que nada faltase, uno de niños, al cual dió gran impulso un fraile llamado Diego Tomás de los Ríos.

En cambio, Rosa, que poseía singular aptitud para remedar los gestos y ademanes de cuantas personas veía, una vez que entró en confianza, se puso a imitar los de Andrés con tal gracia y perfección, que pudiera competir con el mejor cómico de Madrid.

Palabra del Dia

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