Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de junio de 2025


En cuanto a la última sentencia, el propio Belarmino la vertió al habla vulgar, a instancias del señor Colignon, que preguntó: ¿La solera recreada? Se lo interpretaré en forma corriente: solera es palabra que viene de sol y dice la luz más viva, y fuente de luz. Recreado es lo que nadie ha hecho, que se hizo por , y produce gusto, recreo o sea, luz increada.

Sólo hay una casa decente: esa de tres pisos, blanca y aseada, con miradores de hierro; ésa, en cuyo piso terrizo hay una confitería, con su grande y llamativo rótulo, que dice: «L'Ambrosie des dieux; le plaisir des dames. Confisserie et pâtisserie de René Colignon.» ¿Has concluído? He concluído. Pues voy a responderte, sin lógica, porque me revienta la lógica.

El rubicundo y jovial Colignon perseveraba fiel en el afecto a Belarmino, y el zapatero le correspondía cordialmente.

Por detrás del muro verde se oye un chorro de agua. El señor Colignon se sienta al lado de Belarmino y le toma afectuosamente las manos. El francés, sin desasir las manos del amigo, habla, con su acostumbrada profusión. Belarmino escucha, con su mutismo acostumbrado y sonriente.

Así que asoma el señor Colignon en el jardín, los viejos, desparramados de un lado y otro, acuden a él, con paso vacilante y premioso, como entre sueños, cuando los movimientos están entorpecidos por rémoras pesadas e invisibles. Uno, señaladamente, se rezaga. Viene con paso majestuoso y talante indiferente, decidido a no mostrar vulgar premura: es Apolonio.

Mujer... suplicó Belarmino. Xuantipa, cuando él lo dice.... Belarmino es un hombre verdadero medió el señor Colignon. ¿Ese un hombre verdadero? ¿Ese mastuerzo, ese babayo, un hombre verdadero? Lo habrá sido antes, de soltero. Ahora.... Un tontorontaina, un hazmerreír, un holgazán. Eso, eso es lo que es. Usted no le conoce, señor Coliñón. Esto que yo he deseado decir es que Belarmino habla verdad.

Mon cher ami le cordonnier! entró diciendo el señor Colignon, con modulaciones y altibajos en la voz, que sonaban como las gárgaras de un pavo; los brazos abiertos, con que estrechó contra su corpacho al manso, dulce y enjuto Belarmino . Que yo os quiero, ilustre y simpático cordonnier. Yo también le quiero a usted, señor Coliñón, sin guardarle rencor por el mote.

La hermana Lucidia jamás había oído hablar así, ni casi de ninguna otra manera, al taciturno Belarmino. Piensa que, súbitamente, se ha vuelto loco. El señor Colignon eleva los brazos al cielo, en actitud de triunfo y acción de gracias. A la fin, a la fin exclama , ella se deslía la dulce y deliciosa lengua de otras veces. Habla, habla, mi bien amado amigo.

A me gusta hablar con usted, que es persona ilustrada y sabe de tierras lueñes; sobre todo, que viene usted de una república de estranjis. De estranjis.... ¡Ja! ¡Ja! Delicioso.... El señor Colignon emitió una risotada que era como sonoro glogló de pavo.

La zapatera consorte se dirigió al señor Colignon con extremada cortesía y miramiento. Estas civiles afectaciones no se producían en Xuantipa sino en coyunturas extraordinarias y con razón suficiente.

Palabra del Dia

lanterna

Otros Mirando