Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 25 de julio de 2025


Su profesión de espía perpetuo, es quizá lo que le hace tan callado y taciturno. Sin embargo, mientras el carretón lleno de escopetas y de cestas camina delante de nosotros, el Rondador nos entera de la caza, refiriéndonos el número de bandadas de paso y los cuarteles en que las aves emigrantes se han posado. Charlando nos internamos en la comarca.

Cada arroba de tabaco puesta en la Administración de Lucban, pasa por el gravamen de dos contratistas uno que lo lleva á Pagsanjan y otro á Lucban, mientras que de hacerlo directamente á Pagbilao y situar la Administración de Hacienda en Tayabas que no sabemos haya razón en contrario, repetimos sería mucho más económico, pues en las dos leguas que median entre los dos últimos pueblos, puede utilizarse el carretón.

Un ciudadano suizo, culpable de un robo verificado en una iglesia de Samen, ha sido condenado á lo siguiente: «Un cuarto de hora de argolla, vigilado por el verdugo, á 60 palos dados públicamente por el ejecutor de la justicia, á tirar durante cinco años de un carretón, á diez años de internacion en su distrito natal, á no poder casarse jamas, á la pérdida de sus derechos civiles y políticos, á ejercicios piadosos, á hacer penitencia en la iglesia, con un báculo en la mano, y una cuerda al cuello, á daños y perjuicios y á los gastos del juicio

Venían con esto los ochavos trompicando y ganaba mucho dinero. Y ganara más si no se me atravesara un mocetón mal encarado, manco de los brazos y con una pierna menos, que me rondaba las mismas calles en un carretón y cogía más limosna con pedir mal criado.

Temieron el disfavor, y llegándole el muchacho que le traía el carretón a la mesa donde se jugaba, pidió cartas.

Solamente tuvo suerte la señora Andreíña. Porque tiene tres cabras que se acochan con los lobos. Moriré en un camino, al pie de un bardal. ¡Juntas nos atrapó la tormenta, señora Micaela! Iremónos los tres por luengas tierras pidiendo una limosna. A llevaréisme en un carretón. ¡Pudiera yo como trabajar! Pero no tengo voluntad.

Convidóles con su asiento el Chicharro y el Gallo, el uno, que cantaba pidiendo por las siestas en verano y despertando los lirones ; el otro mendigaba por las madrugadas; y tomando el suelo por mejor asiento, porque cualquiera cosa más alta los desvanecía, y estando en esto, entró un pobre en un carretón, a quien llamaban el Duque, y todos se levantaron, ellos y ellas, a hacelle cortesía; y él, quitándose un sombrerillo que había sido de un carril de un pozo, dijo: Por mi amor que se estén quedos y quedas, o me volveré a ir.

En tiempo normal salía de ella un ferrocarril secundario que pasaba por Villeblanche; pero el servicio estaba suspendido por falta de personal. Los empleados habían pasado á las grandes líneas, abarrotadas por los transportes de guerra. Inútilmente buscó, con los más generosos ofrecimientos, un caballo, un simple carretón tirado por una bestia cualquiera, para continuar su viaje.

No se sabe qué es; pero uno ve con respeto, y como con cariño, a aquellos hombres de delantal y cachucha que sacan con la pala larga de un horno a otro el metal hirviente; tienen cara de gente buena, aquellos hombres de cachucha: ya no es piedra el metal, como era cuando lo trajo el carretón, sino que lo que era piedra se ha hecho barro y ceniza con el calor del horno, y el metal está en la caldera, hirviendo con un ruido que parece susurro, como cuando se tiende la espuma por la playa, o sopla un aire de mañana en las hojas del bosque.

Un orgullo tan legítimo como el de los criadores de caballos de carreras, hermosos e inútiles, que no sirven para arar un campo ni pueden tirar de un carretón, pero corren y corren sin objeto entre los entusiasmados epilépticos de la multitud... Además, Fernando, amo el dinero por ser dinero con un respeto casi religioso.

Palabra del Dia

chapuzones

Otros Mirando