United States or Denmark ? Vote for the TOP Country of the Week !


Algunos instantes después se veía salir de las profundidades del Paraná el caballo sin freno, a fin de que nadase con más libertad, y el cantor tomado de la cola volviendo la cara quietamente, cual si fuera en un bote de ocho remos, hacia la escena que dejaba en la barranca. Algunos balazos de la partida no estorbaron que llegase sano y salvo al primer islote que sus ojos divisaron.

Febrer acogió con un gesto de indiferencia esta noticia, a la que el Capellanet daba gran importancia. ¿Y qué?... El cantor insolente ya estaba castigado; y en cuanto al verro, había huido de sus retos a la puerta de la alquería. Era un cobarde.

55 Hasta un inglés zanjiador que decía en la última guerra que él era de incalaperra y que no quería servir, también tuvo que juir a guarecerse en la sierra. 56 Ni los mirones salvaron de esa arriada de mi flor, fue acoyarao el cantor con el gringo de la mona, a uno solo, por favor, logró salvar la patrona.

Bien pronto las atrevidas palabras del Conde la hicieron conocer con quién se las había ... la luna, hasta entonces prudentemente encubierta con una nube espesísima, hizo brillar un instante el acero del celoso cantor delante del pecho de mi amo; poco duró el combate; la espada del Conde cayó a los pies de su rival, y un momento después ya no había un alma en todo el jardín.

Al fin, el gigante, cansado de tantas molestias, abandona el pozo, pero antes de alejarse levanta una pata con soberano desprecio y lanza un chorro de orina sobre la masa laboriosa. La venganza de los poetas interrumpo yo, sonriendo. , la venganza de los poetas. Pero ¿qué importa ese desahogo del bohemio cantor á la hormiga honrada, económica y amiga del orden?

Desgraciadamente el cantor, con ser el bardo argentino, no está libre de tener que habérselas con la Justicia. El año 1840, entre un grupo de gauchos y a orillas del majestuoso Paraná, estaba sentado en el suelo, y con las piernas cruzadas, un cantor que tenía azorado y divertido a su auditorio con la larga y animada historia de sus trabajos y aventuras.

El gaucho cantor es el mismo bardo, el vate, el trovador de la Edad Media, que se mueve en la misma escena, entre las luchas de las ciudades y del feudalismo de los campos, entre la vida que se va y la vida que se acerca.

Hay que hacer más, y manda que se cante al uso de la tierra; pero nadie está en voz para ello, y canta él a grito pelado tonadas del valle nativo, y hasta el «prefacio» de la misa del día del «Corpus», la más solemne y regorjeada del año. En esta prueba, ya mira el hombre al cantor y muestra algún deleite en oírle.

Lo sigo con mirada afectuosa y llena de respeto, porque en ese cráneo se anida una de las fuerzas poéticas más vigorosas que han brotado en el suelo americano... Es Diego Fallon , el inimitable cantor de la luna vaga y misteriosa, de quien más adelante hablaré.

Un cantor de la Catedral leyó en seguida la carta de los delitos y supersticiones contra la fe; y acto continuo los que habían abjurado de sus errores fueron conducidos a la jaula de madera, que se levantaba en medio de la plaza, para que escuchasen, uno a uno, en presencia del pueblo, la lectura de sus causas y condenaciones, antes de ser reconciliados.