United States or Myanmar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Calló por un momento; pero las palabras acudían a su boca pugnando por salir y no pudo menos de exclamar al cabo: ¡Has estado cruel y has sido traidora! He servido de pantalla. Me habéis hecho el blanco de la maledicencia. Os habéis conducido de suerte que todo Madrid me calumnia, que mi marido recibe anónimos delatándome, y que tal vez muera de dolor o se mate.

Cuando calló, se oyeron nada más los ruidos apagados de la calle; las ruedas de un coche que corría muy lejos, la voz de un mercader ambulante que pregonaba a grito limpio paños de manos y encajes finos.

No tengais cuidado; es el General quien lo manda; pero cuidado con decirlo. Si seguís mis instrucciones, ascendereis. , señor. ¡Con que estad dispuestos! La voz calló y segundos despues el coche se puso en movimiento. Camaroncocido, apesar de toda su indiferencia, no pudo menos de murmurar: Algo se trama... ¡atencion á los bolsillos!

Calló un instante, como si las tristezas de su vida anterior le impusieran silencio. Pero vió tal curiosidad en las pupilas del coloso, que al fin siguió hablando. Yo vivía oculto: mi existencia era azarosa; de un momento á otro iba á caer en manos de los enemigos implacables de mi familia, y en tal situación llegó usted á este país.

Hay que hacer algo, y véase aquí cómo es una caritativa cuando menos lo piensa... No, lo que es yo no me callo, yo me voy a ver a doña Bárbara, y con esta labia que tengo y lo bien que pongo los puntos, le haré ver el disparate de que su nieto esté peor que un inclusero... porque ¿de qué va a vivir?

Basta de broma... basta de carnaval.... No quiero más fiestas.... Estoy cansada.... Ayer me hizo daño el baile... no quiero más... no quiero más.... ¿No te obedecí ayer...? Basta por Dios, basta. Bueno, hija, bueno... no insisto. Y calló don Víctor, perdiendo parte de su alegría. No se atrevió a hacer uso de aquella energía que Dios le había dado. «No había para qué estirar demasiado la cuerda».

Siempre te creí inocente. ¡ tan bueno, tan dulce, que de pequeño nos asombrabas a todos con tu bondad; que ibas para santo, como decía nuestra pobre madre!, ¡matar ! ¡Y tan traidoramente, por medio de artefactos del infierno...! ¡Jesús! Y el Vara de palo calló, como aterrado por él recuerdo de los atentados en que habían envuelto a su hermano.

Aresti calló. Parecía atolondrado por la injusticia del ataque. ¡

El niño, avezado a callar por el largo y silencioso sufrir de su corta vida, calló una vez más devorando su rencor y sus lágrimas, y una hora después, cuando la campana llamaba a los alumnos a clase, Paco Luján no dio señales de haberla oído y siguió clavado en el banco, con la cabeza entre las manos, sin más muestras de vida que los frecuentes estremecimientos nerviosos que recorrían todo su cuerpo.

Vísteme dijo á Casilda : tráeme ropa blanca; me he puesto perdida. ¿Y le dejáis así? dijo Casilda señalando á la alcoba. Habla bajo, que no despierte; se conoce que ha pasado mala noche. Pero señora... Mira, Casilda, ese caballero es tu amo y el mío dijo Dorotea. La negra se calló y vistió á su señora.