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Actualizado: 21 de mayo de 2025


El cochero, que había oído la pregunta, designó con la punta de la fusta un campanario nuevo que levantaba su esbelta flecha por encima de los techos en los que dominaba todavía la paja característica de las cabañas. Eso es Saint-Pair y esa la villa Blanca añadió parando delante de una de las bonitas casas construidas en la costa.

Por fortuna de los pobres animales, hay en esta provincia, sobre su parte más elevada, entre Campóo, Cabuérniga y Polaciones, unos pastos en los puertos de Lodar, Peñalabra, Palombera, Brañamayor y otros, que están diciendo «pacedme»; y á pacerlos van desde junio á octubre, los ganados, ó cabañas, de varios pueblos de la indicada región, que están en pleno goce de ese privilegio.

Pasó entre el carro y una pared baja, y entró en una plazoleta que tenía al frente la campiña, con Madrid en el fondo, y a un lado las obscuras lomas de la Casa de Campo. El resto de la plazoleta estaba cerrado por las tres cabañas que constituían la vivienda y dependencias del gran Zaratustra.

Si arrastraran grandes cantidades como ciertos manantiales de California, Colombia, el Brasil ó los Urales, inmediatamente una multitud de hombres se precipitaría con avidez hacia las fuentes bienhechoras, y las arenas depositadas en sus orillas, serían muy pronto tamizadas, y hasta la roca sería atacada por los picos y azadones y sus fragmentos serían sometidos á los martillos de la fundición; poco tiempo después, á las cabañas de un villorrio, habitadas por mineros, reemplazarían los grandes árboles de los prados y los valles.

Sin embargo de lo cual, me añadió, en aquel mismo puerto pastaban en los primeros meses del verano, y sin riesgo alguno por lo común, muchas cabañas de ganado, hasta de los valles de la marina, y aun me enseñó algunas chozas de vaqueros, recientemente abandonadas y que muy pronto desaparecerían bajo la nieve.

No es el amor y la práctica del bridge la causa de mi desgracia, ¡antes bien mi antigua ignorancia y mi odio actual! Era yo administrador de una de las mejores «cabañas» del país.

La campana del establecimiento gritó con aguda voz: «Al trabajo», y cien hombres soñolientos salieron de las casas, cabañas, chozas y agujeros.

Las casas no son más que unas cabañas de paja dentro de los bosques, una junto á otra sin algún orden ó distinción; y la puerta es tan baja que sólo se puede entrar á gatas, causa porque los españoles les dieran el nombre de Chiquitos; y ellos no dan otra razón de tener así las casas sino que lo hacen por librarse del enfado y molestia que les causan las moscas y mosquitos, de que abunda extrañamente el país en tiempo de lluvias, y también porque sus enemigos no tengan por donde flecharlos de noche, lo cual sería inevitable si fuese grande la puerta; fuera de ésta, no tienen otro ajuar que una estera bien débil que al más leve soplo del aire se cae.

Ramiro adivinaba en la dirección del Sudeste, por detrás de las sierras, un agazapamiento de vendaval, pronto a lanzarse sobre la dehesa, destechando cabañas, reventando los trojes, descuajando los árboles. ¡Cuán sabrosa aquella su pereza junto a la lumbre!

Después de las mandas piadosas y benéficas, que eran muchas, entre ellas una muy importante relativa a la escuela municipal, hacía muy buenos legados a sus sirvientes, en particular a Facia, a la cual dejaba en propiedad, amén de su correspondiente legado en dinero, la casería, con tierras y ganados, en que había vivido recién casada con el bribón que la engañó; perdonaba todas las deudas a sus convecinos de Tablanca, y las rentas del año en que falleciera a los llevadores de sus haciendas, cabañas y rebaños.

Palabra del Dia

hociquea

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