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Actualizado: 28 de junio de 2025
Aplicó el oído a la puerta del edificio, creyendo oír sonar el oro o el crujido de las arcas que se abrían. ¡Ca! dijo riendo burlonamente, ¡si aquí no hay oro ni nada! Dió un golpe en la madera, que devolvió el eco como lejano trueno, y se fué en dirección al río, vacilante a causa del vino.
«Vestir non debe ninguno hábitos de religion, sino aquellos que los tomaron para servir á Dios; ca algunos hay que los traen á mala entencion, para remedar los religiosos, é para fazer otros escarnios é juegos con ellos, é es cosa muy desaguisada que lo que fué fallado para servicio de Dios sea tomado en desprecio de Santa Eglesia, é en abiltamiento de la religion; onde cualquier que vestiese hábitos de monjes é de monjas ó de religioso, debe ser echado de aquella villa ó de aquel logar donde lo fiziere á azotes.
Nin vale el azor menos, porque en vil nido siga, nin los ejemplos buenos, porque judío los diga. . . . Cá non só para menos que otros de mi ley que ovieron muchos buenos donadíos del rey.»
Dile a la señora que te dé un par de pesetas pa ca uno. Y salía a la calle silbando, satisfecho de su generosidad y de la hermosura de la vida. En la taberna próxima asomábanse a las puertas los chicos del Montañés y los parroquianos, como si no lo hubiesen visto nunca, con boca sonriente y ojos devoradores de curiosidad. ¡Salú, cabayeros!... Se agradese el orsequio, pero no bebo.
La madre Angustias les decía: "Ahora el ca ... ca ... tecismo. Madre Brí ... Brí ... Brígida, la que no lo sepa, al ca ... ca ... caramanchón." Y se marchaba á acostar, porque padecía de ciertos ahoguillos, y tenía que ponerse todas las noches paños calientes en el estómago.
¡Te habrán metido en la cabeza ser monja, como Águeda, la niña de la directora del colegio! gritó el señor Joaquín, con ira. ¡Ca!... no señor murmuró Lucía, cuya tez animada y encendida parecía fresquísima rosa . No sería monja por un imperio.... No me llama Dios por ese camino. Está visto pensó el señor Joaquín para su capote : hierve la olla; a esta chica hay que casarla.
Ca uno es quien es, y Juaniyo es un presonaje, y nesesita tratarse con gentes de poer. ¡Que esa señora fue al cortijo! ¿y qué?... Hay que orsequiar a las güenas amistades; así se pueen pedir favores y ayudar después a los de la familia. Na malo pasó: too calumnias. Estaba allí el Nacional, que es un hombre de carácter. Le conozco mucho. Y por primera vez en su vida alababa al banderillero.
En esto, sucedió acaso que un porquero que andaba recogiendo de unos rastrojos una manada de puercos -que, sin perdón, así se llaman- tocó un cuerno, a cuya señal ellos se recogen, y al instante se le representó a don Quijote lo que deseaba, que era que algún enano hacía señal de su venida; y así, con estraño contento, llegó a la venta y a las damas, las cuales, como vieron venir un hombre de aquella suerte, armado y con lanza y adarga, llenas de miedo, se iban a entrar en la venta; pero don Quijote, coligiendo por su huida su miedo, alzándose la visera de papelón y descubriendo su seco y polvoroso rostro, con gentil talante y voz reposada, les dijo: -No fuyan las vuestras mercedes ni teman desaguisado alguno; ca a la orden de caballería que profeso non toca ni atañe facerle a ninguno, cuanto más a tan altas doncellas como vuestras presencias demuestran.
Me lo ha dicho una compañera, que trabajamos ella y yo en ca el tapicero que ha traído muebles al entresuelo, pa ese señor que ha puesto el cuarto. No fue necesario más.
¡Ca!... ¡Primero me quitan la vida!... Tuve tiempo de romperla y echar los pedazos por el vertedero del baño. ¡Berr! hizo Butrón como si le dieran náuseas; y con las manos cruzadas a la espalda, actitud de las grandes perplejidades, y fruncido el formidable guardapolvo de sus cejas, señal en él de graves preocupaciones, comenzó a medir a grandes pasos la estancia.
Palabra del Dia
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