Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de mayo de 2025
Vestía con más esmero, y los que estaban habituados á verle en los talleres con boina y zapatos de suela de cáñamo, sin preocuparse del polvo del carbón ni de las chispas del acero, se inquietaban ahora cariñosamente por los trajes nuevos y los sombreros flamantes adquiridos en Bilbao, que paseaba con su antiguo descuido entre las fraguas chisporroteantes y las nubes negras de los cargaderos.
Como las amarras eran de cables de cáñamo, no necesitaban mordazas ni estopores. Dábase vuelta á los cables en las bitas ó bitones y se aseguraban con bozas de piña. Para disparar las anclas no tenían mecanismo especial: servíanse de un cabo sencillo pasado por el argáneo y cuyo chicote se arriaba.
En el eje de aquel túnel que empezaba en luz y se perdía en tinieblas, había una soga tirante, blanca, limpia. Era el trabajo del día y del momento. El cáñamo se retorcía con áspero gemir, enroscándose lentamente sobre sí mismo.
Soltó el obrero el cáñamo, parose la rueda, y el que la movía salió lentamente del fondo negro, plegando los ojos a medida que avanzaba hacia la luz. Era un muchacho hermoso y robusto, como de trece años.
Al primer grito herido de Montiño, una de las dos mujeres levantó la cabeza, y la otra se estrechó más contra su compañera; en el momento en que una de las mujeres le miró, la luz del farol hería de lleno la calva frente de Montiño, levantada al cielo en una actitud más épica y más impía que la que puede suponerse en Ayax amenazando á los dioses; verle aquella mujer, y esconder otra vez, temblando, su cabeza, entre el seno y el hombro de su compañera, fué todo cosa de un momento, y uno de los dos hombres que estaban en un ángulo, y que no le veían el rostro por la razón capital de que le veían las espaldas, le dijo con acento áspero é insolente: Háganos el menguado la merced de callar, que aquí, al que más y al que menos le huele el pescuezo á cáñamo, y no alborote de ese modo.
Es una vasta llanura de horizonte abierto, poblada toda de cereales, viñas, plantaciones de cáñamo y hermosos bosques esmeradamente conservados. En el fondo de ese magnífico panorama de verdura se desliza el Loira, lento y silencioso, con sus márgenes sombreadas de interminables filas de álamos y otros grandes árboles, y formando extensas playas donde reverbera el ardiente sol del estío.
Llegó después de dos horas de marcha, deteniéndose muchas veces para dar aplomo á su cuerpo, que se balanceaba sobre las inseguras piernas. El aguardiente se había apoderado de él. Ya no sabía con qué objeto había llegado hasta allí, tan lejos de la parte de la huerta donde vivían los suyos, y acabó por dejarse caer en un campo de cáñamo á orillas del camino.
Servidor de usted, caballero me dijo con desembarazo al entrar, clavándome sus ojazos. La voz me dejó aún más confuso. Era un vozarrón poderoso de bajo profundo, áspero y seco, como si las cuerdas vocales fuesen de cáñamo. Saludele cortésmente, y venciendo la agitación que quería dominarme, le presenté sonriendo la tarjeta del tío de Villa. ¡Ah! De don Alfonso.
Las producciones del término municipal de Teruel, dijimos antes que eran algo escasas, menos el cáñamo, que es el ramo que constituye esencialmente la riqueza de la vega: arbolado se ve ya bastante.
Cada labrador se ocupa entónces en las preparaciones que exigen el lino, el cáñamo, el lúpulo, etc., para ser utilizados en la fábricas; ó bien en la casa del labrador se fabrican hilados, encajes, algunos tejidos, cabullas y otros productos industriales.
Palabra del Dia
Otros Mirando