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Actualizado: 10 de junio de 2025
Esas flores y la fecha puesta debajo de aquellas palabras, hicieron pensar a Ferpierre que se trataba de algún suceso más digno de atención, al cual la Condesa atribuía especial importancia. Continuó leyendo y encontró otro párrafo en el que se detuvo mayor tiempo.
Dimmesdale, con la conciencia de que el veneno de algún punto mórbido en su espíritu le estaba inficionando todo el corazón, atribuía á esto todos sus presentimientos. Se empeñó, pues, en curarse de sus antipatías hacia el viejo médico, y sin parar mientes en lo que debía haber deducido de ellas, hizo cuanto pudo para extirparlas.
Creí que se trataba de una pequeña habilidad de coquetería para saber el precio que yo atribuía a sus cartas, que son, en efecto, encantadoras. Me las entregará usted, ¿verdad? ¿Ha manifestado Luciana alguna duda sobre mi lealtad? preguntó con voz alterada. Ninguna... Pero se marcha usted para mucho tiempo... va usted lejos... y es permitida la inquietud...
Como Elena no podía sospechar el cambio de ideas que se había realizado en Canterac después del duelo, ni tampoco la breve conversación de éste con Watson al marcharse, atribuía dicho trastorno en la actitud del joven á la influencia de Celinda. «Me lo ha tomado otra vez pensó . Esa muchachuela rústica me cierra el único camino que podía seguir. ¡Ay! ¡cómo la odio!»
Se trataba, con frecuencia, de alguna conversación sin importancia que él había escuchado treinta años atrás y cuya recordación resultaba trivial. Otras veces, en cambio, eran anécdotas llenas de sabor humano. Pero el señor Molina atribuía a todas sus historias el mismo grado de interés.
Había vivido algunos años en las islas Filipinas, y allí se había granjeado reputación de sabio entomólogo y se le atribuía el descubrimiento de varias familias de insectos: la musca magallanica, mosca como la de aquí, sólo que reside en el archipiélago magallánico; el draco furibundus, especie de mosquito de trompetilla; formica cruenta, hormiga que pica, y otras bestezuelas domésticas.
Desde el día en que llegó el telegrama dándole cuenta de la muerte de su protegido, era otra mujer. Spadoni atribuía á un exceso de buen corazón este dolor tan vehemente por un joven soldado que no pertenecía á su familia. El profesor aprobó, pero con un aire enigmático.
Su padre, colérico por la escena de la noche anterior, le había escogido como víctima, para desahogar su enfado. «¡Una injusticia, don Jaime!» Gritaba paseándose por la cocina, mientras las mujeres, con los ojos llorosos y el aire encogido, parecían huir de su mirada. Todo lo ocurrido lo atribuía a su blandura de carácter, a su bondad; pero iba a poner remedio a esto inmediatamente.
¡A almorzar, cabayeros! gritó el Nacional, que se atribuía funciones de mayordomo en el cortijo de su matador. En el centro de la cocina había una gran mesa cubierta de manteles, con redondos panes y numerosas botellas de vino. Acudieron al llamamiento el Plumitas y Potaje y varios de los empleados del cortijo: el mayoral, el aperador, todos los que desempeñaban las funciones de mayor confianza.
Bonifacio Reyes había cursado en el Instituto provincial los primeros años de filosofía, pero sin llegar a bachiller; mas su ciencia no provenía de ahí, sino de lo que ya va dicho, de un gran prurito que, ya de viejo, le había entrado de instruirse, y no sólo por completar su educación, sino porque como antes había soñado con ser padre, la gran dignidad que atribuía a este sacerdocio le había parecido merecer un plan, todo un plan de estudios serios y profundos, que pudieran servir en su día de alimento espiritual al hijo de sus entrañas y de las entrañas de su mujer.
Palabra del Dia
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